La sala de arte The Merchant House de Amsterdam inaugura hoy la primera exposición en Holanda de la artista Judit Reigl con una selección de sus últimos trabajos que incluyen piezas inéditas descubiertas en su taller en Marcoussis, en los suburbios de París.

La exposición Judit Reigl: Últimas pinturas y dibujos, el noveno proyecto de la sala de Amsterdam, "reúne el trabajo de una clásica del arte contemporáneo conceptual y muestra cómo sus trabajos funcionan hoy en día", explicó durante una entrevista la directora de The Merchant House, Marsha Plotnitsky.

Para Plotnitsky, la exposición no es un estudio analítico de la obra de Reigl, sino más bien "una representación de la artista en sí misma".

Un proyecto expositivo que incluye algunos de los últimos lienzos pintados por la artista nacida en Hungría en 1923, como el titulado "11 September 2001", o cinco pinturas de la serie "Unfolding Phase IV/Anthropomorphosis", una de la serie "Homme I Man" y tres piezas de la serie "Face à", descubiertas en su taller este verano y que "nunca antes se han mostrado en público", destacó la comisaria.

Además, la muestra se completa con sus últimas creaciones, unos dibujos a tinta sobre rollos de papel, realizados en 2011 y 2012.

Una selección realizada entre la comisaria y la propia Reigl en su taller en las afueras de la capital francesa.

Piezas que se podrán contemplar por primera vez en Holanda, de una artista "visionaria de la abstracción contemporánea y clave para el renacimiento y posterior desarrollo del arte post-conceptual", destacan los organizadores.

Aunque como apuntó la experta, "nunca se sintió parte de manera específica de ningún movimiento".

Reigl abandonó en 1954 el grupo del Surrealismo a pesar de que André Breton organizó su primera exposición en París, porque, tal y como destacó Plotnitsky, "nunca se sintió afín del todo a los pintores europeos y americanos que conoció en París".

En este sentido, dijo que desde principios de los años cincuenta, ella en solitario forjó en su interior una "declaración pictórica" que se puede apreciar en su serie Éclatement.

En esta serie, realizada entre 1955 y 1957, el proceso pictórico se convierte en algo realmente físico y visceral y, desde entonces "Judit Reigl ha pintado siempre con su cuerpo entero, hasta donde le permiten sus brazos abiertos".

Un trabajo muy físico en el que la artista utiliza su cuerpo como instrumento principal a la hora de crear y que hoy, a sus 93 años, ya no puede seguir ejerciendo.

En 1964 recibió el premio Guggenheim y su obra ha pasado por los principales museos del mundo y forma parte de colecciones como la del MoMA y el Guggenheim de Nueva York, el Pompidou de París y la Tate Modern de Londres.

Según Plotnitsky una consagración que tal vez haya eclipsado el valor "vanguardista, visionario y radicalmente significativo" de su arte.

Hasta el próximo 3 de febrero, la obra de esta artista que ha rechazado encasillarse en un único estilo, dialogará con la arquitectura del espacio expositivo, una tradicional casa de comerciantes neerlandesa que data de 1600.

Ubicada en la calle Herengracht, uno de los canales más elegantes de Amsterdam, The Merchant House une en un mismo lugar exposiciones y arquitectura, en un formato que se encuentra entre galería y centro de arte.

Un concepto de espacio que surgió como respuesta a la falta de iniciativas de venta de arte después de la crisis, y que recupera la idea de las casas de comerciantes del siglo de oro holandés que acostumbraban a exhibir en sus muros grandes obras de arte.

La exposición forma parte del programa de la Semana del Arte de Amsterdam.

nrv

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