La obra “Deseos”, que consiste en la instalación de 40 cruces en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, de la artista japonesa , fue dañada casi en su totalidad. De acuerdo con la Secretaría de Cultura del DF, los daños fueron provocados por factores climáticos; para el Proyecto Paradiso de la Comisión de Cultura del Arzobispado, responsables y organizadores de la visita de la artista, también se debieron a vandalismo y a una probable intervención de la propia comunidad de la zona.

 En la imagen se observa evidencia del desprendimiento de algunos espejos en la piezas que componen la instalación "Deseos". (FOTO: Especial)

“El pasado sábado se montó la obra en Tlatelolco y quedó muy bien, el lunes fuimos a visitarla acompañados por la artista y nos encontramos con la cruces caídas, fue una sorpresa. Consideramos que tal vez alguien pensó que sería mejor tenerlas así y colocarlas en su lugar el día de la inauguración, no entendíamos qué es lo que había pasado, no tenía sentido”, dijo Edith Pons, directora de Proyecto Paradiso.

Añadió que en una revisión a detalle se dieron cuenta de que los espejos de la mayoría de las cruces estaban rotos o arrancados. “Cuando vimos que todo estaba desorganizado, entendimos que fue un daño intencional y que no había sido planeado por nadie del equipo. Fue un shock para nosotros, sobre todo porque la artista estaba ahí, pero con toda calma lo platicamos con Yoko Ono y consideramos que la obra, al ser arte público, estaba sujeto a este tipo de experiencias”, explicó.

De acuerdo con Pons, Yoko Ono no mostró molestias por lo ocurrido, por el contrario, consideró que se trató de algo “positivo”.

“Ella nos comentó que lo ocurrido fue una reacción inmediata de la gente y que eso le confirmaba que, en efecto, es preciso hacer un llamado muy claro a la paz, a la tolerancia, al respeto. Nos dijo incluso que era una bendición porque entonces podíamos pensar que es urgente que deseemos un mundo mejor”, aseguró Pons.

Añadió que Yoko Ono no indicó que es lo que deseaba que ocurriera con la obra.

“Ella entendió que lo sucedido había sido propiciado por la gente y que tal vez es así como la querían. Ella tuvo muy claro que lo que suceda con su obra es parte del proceso creativo y es parte de la experiencia social del arte. Un acto de vandalismo sí fue inesperado, sorpresivo, no deseable, pero también es parte de la obra y lo que ha pasado acentúa el sentido de la obra y del discurso de paz de Yoko Ono”, dijo.

La obra tenía la “Instrucción” -características en la mayoría de las piezas de la artista- de que cuando el visitante viera el reflejo del sol en los espejos, pidiera un deseo.

“Nos parece que Tlatelolco es el lugar ideal para una pieza como 'Deseos”. Si los vecinos quieren que ahí permanezca, así la dejaremos; pero seguimos analizando si hacemos otra versión, si la hacemos itinerante o si la dejamos así”, explicó.

El programa completo de de Yoko Ono que se presenta en distintos puntos de la Ciudad de México desde el 2 de febrero y hasta finales de mayo, está compuesto por Intervenciones de ajedrez donde todas las piezas son blancas e Intervención con piezas sonoras en el Audiorama en el Bosque de Chapultepec, una muestra biográfica de la artista, con 45 imágenes de ella, sus obras, su vida y 13 mensajes alusivos a la paz en la Galería Abierta de las Rejas de Chapultepec; la instalación participativa en la estación del metro Mixcoac titulada “Mi mamá era hermosa” y “Árboles de los deseos Mixcoac”, una selección de documentales de trabajos de la artista que se proyectarán en dicha estación del Metro, así como emisión de un boleto conmemorativo; la intervención de carteleras espectaculares con mensajes alusivos a la paz en distintos puntos de la Ciudad, las frases alusivas a la paz en diversos paraderos de 200 parabuses, y la exposición “Tierra de esperanza” en el Museo Memoria y Tolerancia, curada por Gunnar B. Kvaran.

rqm

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