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La presión que va a ejercer sobre las finanzas públicas el esquema actual de pensiones en México se va a ver agravado por una reducción de jóvenes que trabajen y puedan ayudar a la población de adultos mayores.
Según estimaciones de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), en 2030, unas 5.3 personas van a estar en el mercado laboral por cada adulto mayor. Pero esta situación empeora hacia 2050, cuando solamente 3.1 jóvenes van a trabajar por cada anciano en el país.
Actualmente, esta relación se mantiene en 8.7 personas en edad laboral por cada adulto mayor.
“El aumento en el número y proporción de personas de la tercera edad impactará diferentes sectores económicos y sociales. Las necesidades de vivienda y protección social son muy distintas para sociedades jóvenes que para sociedades con una mayor proporción de adultos mayores, en las cuales los pilares fundamentales de la protección social serán los servicios de salud y los sistemas de pensiones”, resaltó el organismo.
Hacia 2030 se estima que el envejecimiento poblacional se va a acentuar en los países en desarrollo. Con esto se espera que el mayor crecimiento en el número de personas de 60 años y más se presente en América Latina y el Caribe, con un incremento de 71%, seguido por África con 64%; Asia, con 61%; Oceanía, con 47%; América del Norte, con 41%, y finalmente Europa, con 23%.
A la par del envejecimiento de América Latina, en México se estima que la población con 60 años y más pase de 10% en 2015 a 25% en 2050, por encima de la media mundial.
“Se prevé que el número de personas de 60 años y más mostrará un incremento de 81% entre 2015 y 2030, y que para 2050 triplique su tamaño”, añadió la Consar.
En el caso mexicano, el número de mujeres de 60 años y más supera a los hombres. Sin embargo, en línea con la tendencia global, se prevé una ligera disminución de esta brecha en las décadas siguientes o con lo que se estima que para 2050 este porcentaje se reduzca de 53% a 52%.
Para la Consar, las presiones en el sector salud complican las condiciones de satisfacer la demanda por cuidados, servicios y tecnologías para prevenir o curar enfermedades y condiciones crónicas de la vejez.
