La tarde noche del jueves 20 de septiembre un tema corrió a través de los medios socio digitales . El hijo menor de l presidente electo Andrés Manuel López Obrador @lopezobrador_ sufrió una caída por lo cual tuvo que ser hospitalizado para su atención médica. El reportero @c4jimenez, daba a conocer el hecho así: “El HIJO MENOR de Andres Manuel @lopezobrador_, Jesús, se FRACTURÓ esta tarde una pierna. Paramédicos de @SSP_CDMX lo rescataron y lo llevaron para su atención al HOSPITAL MÉDICA SUR. El reporte preliminar indica que se FRACTURÓ la TIBIA y el PERONÉ”.

Este fue el mensaje con el cual se desató la mayoría de los comentarios, para fijar posturas críticas, de empatía y defensa, de burla, buenos deseos, sarcasmo y hasta amenazantes.

Parecería imposible por lo inhumano atacar a un niño que sufrió una lesión, o a sus padres que, cualquiera que sea su profesión o condición, seguramente se encontraban con la angustia y siendo partícipes del dolor del pequeño. Inclusive hasta para los usuarios de Twitter, acostumbrados a la mezquindad y a la crítica dura, y generalmente impulsada más por la emoción que por el sentimiento, esto podría parecer demasiado.

Pero ante la infinidad de opiniones y con una moral digital inflamada por la polarización post electoral se cuestionó el hecho que el hijo menor del presidente electo haya sido llevado a un hospital privado, después de las arengas lanzadas por el ex candidato de Morena, “haremos que los funcionarios públicos se atiendan en el IMSS, en el ISSSTE, para que vean lo que se siente” se le escuchaba decir en el fragmento de un discurso de campaña a López Obrador retomado en miles de ocasiones por los internautas. El 38% de loscomentarios que se hicieron en defensa de @lopezobrador_ se referían a la difusa figura legal de “presidente electo” , y no en funciones. Este argumento fue rápidamente refutado por el hecho que como presidente de un partido político donde declaró ganar 50,000 pesos debe de encontrarse afiliado al Instituto Méxicano del Seguro Social por lo que es derechohabiente, sin pasar por alto que él y su equipo ya cuentan y en teoría ejercen recursos públicos de la partida para la transición presidencial. Esto aun no puede ser comprobado debido a que no existe un sitio de transparencia del equipo de transición.

Ni Lopez Obrador, ni su equipo han emitido comentario al respecto, su esposa, Beatriz Gutiérrez Müller @BeatrizGMuller, escribió el 21 de septiembre: “Muchas gracias a todos por su solidaridad y cariño con el accidente de Jesús Ernesto. No hay nada que el tiempo no cure. El amor es la mejor vitamina. En unas semanas estará bien y feliz, siendo niño, como debe ser: jugando y sonriendo...”.

Después de este no hizo ningún otro comentario, pero sí dio rt´s a post como el del columnista Alejandro Hope @ahope71 “Creo que está de más señalar que no soy partidario de López Obrador. Pero si alguien se mete con su hijo menor de edad, se lleva bloqueo y reporte automático. Burlarse o trolear en redes a un niño de once años es un acto miserable. No lo hagan.” O el de AC una cuenta que tiene sólo 6 seguidores y 75 tweets @ac201583 “Haber (sic) no se hagan bolas, en Primera no es servidor público por lo tanto no tienen ISSSTE, no tiene un empleo en la iniciativa privada por lo tanto no tienen IMSS. Ya ubiquense (sic) lo que tengan que reclamar haganlo (sic) al actual gobierno. Sergio y demás tuvieron 5 años y no reclamaron.”

Entre las críticas aquella sobre la existencia de la congruencia entre lo que se promete y lo que se hace, dominó el 52.9% de la conversación alcanzando en total a 7.9 millones de usuarios; la estrategia de contención fue muy clara y bien aterrizada creando la idea que a quien en realidad se atacaba era al menor. Inclusive en el intercambio de opiniones se observó un tono furioso, tanto en la defensa como en el ataque. Llamó mi atención una verbalización en FB de una funcionaria federal, madre soltera, quien en su crítica incluyó, “...a partir del próximo año yo ya no podré hacer lo mismo, con un sueldo de subdirectora no podré pagar un seguro de gastos médicos privado para mi y para mis hijos como el que me van a quitar de mi trabajo, pues la pura prima representa más del 20% de mi sueldo...”

En algunas notas posteriores se difundió que la atención médica se pagó gracias al seguro médico escolar del menor. Tristemente el humor social no acepta este tipo de explicaciones, durante la elección hubo quien apostó por la crispación y el enojo, por el incendio y el insulto, sin pensar en el control y la reconciliación que debía de implementar en el caso de resultar ganador. De manera cruel parece que hoy enfrentan las consecuencias.

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