Este 20 abril de 2024 se cumplen 25 años del inicio la huelga de los estudiantes de la UNAM, encabezada por el Consejo General de Huelga (CGH), que le hizo frente a los mandatos del Banco Mundial y de la OCDE dirigidos hacia la privatización de la educación superior. Una “universidad para los mejores” replicaba el entonces rector Francisco Barnés de Castro.

La huelga terminó con la entrada a las instalaciones de la UNAM de la Policía Federal Preventiva (PFP), en realidad soldados con distinto uniforme, el 6 de febrero del año 2000 cuyo resultado fue cerca de mil estudiantes y profesores presos en el Reclusorio Norte, acusados de “peligrosidad social”, “daño en propiedad federal”, “terrorismo”, etc., y condenas de hasta 50 años sin derecho a fianza…...por defender la educación para todos.

¿Cómo explicar una huelga estudiantil que durante 10 meses resistió los ataques de las autoridades universitarias encabezadas por el rector Francisco Barnés de Castro, del Gobierno Federal, del Gobierno de la Ciudad de México, de los medios masivos de enajenación y de un sector de profesores e intelectuales de “izquierda” que impulsaron un plebiscito que preparó la entrada del ejército a la UNAM? ¿Cómo pudo el movimiento del CGH resistir el encarcelamiento de cerca de 1000 estudiantes y profesores y salir triunfante en la defensa del derecho a la educación pública y gratuita en nuestro país?

Esto sólo es posible cuando se tiene la conciencia de que la lucha es por una causa justa. Ese fue el sentimiento de los estudiantes de 1999-2000 que sostenían que la UNAM tendría que estar abierta a sectores de las clases populares. Esta convicción se manifestó en la decisión de masivas asambleas que decidieron el estallamiento de la huelga el 20 de abril de 1999 y con la elección sus representes para la conformación del Consejo General de Huelga.

El ex rector Francisco Barnés de Castro organizó una campaña mediática para aislar y escindir al movimiento. En esta acción se decía que las cuotas serían “voluntarias”, que quién no tuviera dinero no pagaría; que los cobros serían para las futuras generaciones. Otros “analistas” señalaban que la política de privatizaciones era del Banco Mundial y contando con el apoyo de las autoridades de la UNAM, no era posible detener esta ofensiva. En fin, se impulsaron diversas formas de chantaje que buscaban dividir al movimiento, pero…. no lo lograron.

Los estudiantes de esa generación, sostuvieron que en la defensa de educación pública no había marcha atrás. “Llegaremos hasta donde sea necesario”. “La historia nos colocó aquí y sabremos estar a la altura”. “Resistiremos el tiempo que sea necesario; en la defensa de los principios no hay marcha atrás”

Fueron diez meses de intensa movilización, marchas multitudinarias, “brigadeos” a otras universidades, a las colonias, a los sindicatos, a las fábricas para explicarles lo que estaba en juego. Fueron diez meses de un intenso debate que el CGH mantuvo con las autoridades universitarias y contra todos los medios de comunicación. A fuerza de marchas, carteles y miles de volantes se ganó el debate y se convenció a la población de que el derecho a la educación estaba siendo atacado.

En los últimos días de octubre de 1999, el gobierno de la Ciudad de México reprimió un mitin que se realizaba en las instalaciones de Televisa, como protesta por la campaña en contra del movimiento. La respuesta del CGH fue una marcha multitudinaria desde Televisa San Ángel, por el Anillo Periférico, hasta el Auditorio Nacional. El resultado fue la renuncia del Francisco Barnés de Castro que se había negado a dialogar con el CGH.

Estando en la presidencia Ernesto Zedillo, el gobierno federal nombró a Juan Ramón de la Fuente como nuevo rector de la UNAM. Este personaje llegó con una careta de “negociador” y “abierto al diálogo”.

En alianza con un sector de intelectuales de “izquierda” y de “profesores eméritos” el gobierno de Zedillo impulsó un plebiscito que preparó la entrada de la PFP a las instalaciones de la UNAM el 6 de febrero de 2000. El resultado fue la detención de casi mil universitarios. Pero la huelga no terminó ahí. Se realizaron grandes movilizaciones para exigir la libertad y dentro de la cárcel continúo la labor con los presos por la defensa de la educación pública. Fue tal la presión social que el gobierno tuvo que liberar a los últimos presos en junio de 2000.

Sin duda, este movimiento victorioso de los estudiantes del CGH, logró detener la privatización de la educación, y como resultado de esa gesta, miles de estudiantes han podido realizar sus estudios universitarios.

Llama la atención que el ex rector de la UNAM Juan Ramón de la Fuente, que en todo momento actuó en pro de la privatización y preparó la entrada de la PFP a la UNAM, el gobierno actual lo haya nombrado como el representante de México ante el Consejo de Seguridad de la ONU; y que ahora sea el Coordinador del equipo que va elaborar el plan de gobierno 2024-2030 de la candidata presidencial Claudia Sheinbaum Pardo.

Profesor UAM-X.


Google News

TEMAS RELACIONADOS