Una constante en la opinión pública , tanto en México como en otros países, es la desigualdad en el acceso a la información. En promedio, los mexicanos tienen un enorme desconocimiento de la mayoría de los asuntos públicos, pero hay segmentos de la población altamente informados. Por el contrario, también hay grupos de la población totalmente aislados de las cadenas informativas .

Los datos difundidos hace unos días por el Inegi ( ENDUTIH , 2020) ilustran nítidamente la desigualdad en el acceso a la información que existe en nuestro país. Además de la ya clásica relación positiva entre educación e información, la encuesta muestra la enorme brecha digital que existe en México. A nivel nacional, 72% de las personas de seis años o más tienen acceso a internet, pero hay entidades donde este porcentaje supera el 80 por ciento como Nuevo León, la Ciudad de México o Baja California. En el fondo de la tabla se encuentran Veracruz, Oaxaca y Chiapas. En este último estado, menos de la mitad de las personas de 6 años o más (46%) tiene acceso a internet. La gran mayoría del acceso al mundo digital es a través del teléfono celular inteligente (smartphone) y, en menor medida, a través de computadoras portátiles o de escritorio.

Detrás de estas diferencias regionales se encuentra la brecha urbano-rural. Setenta y ocho por ciento tiene acceso a internet en las zonas urbanas , mientras que en las zonas rurales el porcentaje es del 50 por ciento. Del mismo modo, es la población más joven la que se encuentra integrada al mundo digital: aproximadamente 9 de cada diez personas en el rango de 12 a 34 años de edad tiene acceso a internet, mientras que el porcentaje es de solo 38% entre los mayores de 55 años. Así, podemos perfilar que los segmentos con mayor acceso a información digital son los jóvenes que habitan en zonas urbanas de entidades fronterizas con los Estados Unidos . El aislamiento digital , por el contrario, se concentra en los adultos mayores que habitan zonas rurales en estados como Chiapas, Oaxaca o Guerrero.

El acceso a la televisión tampoco compensa el aislamiento digital. Estas últimas tres entidades tienen los porcentajes más bajos de hogares con televisión. En Oaxaca , 24% de los hogares carece de televisión y en Chiapas el porcentaje es 22%. Hay un segmento de la población que no solo está aislado digitalmente, sino que tampoco tiene acceso a la información a través de la televisión, por lo que informar a este segmento resulta ser una ardua tarea.

Las ramificaciones de lo anterior son muchas. Apunto solo dos. En primer lugar, informar y persuadir a un grupo importante de mexicanos es una tarea titánica al estar aislado de los medios de comunicación. Campañas electrónicas del sector salud o de protección civil difícilmente llegarán a ellos. Del mismo modo, persuadirlos durante una campaña política requiere de una estrategia cara a cara y no a través de medios electrónicos. Me parece que no es fortuito que en las entidades más aisladas en términos informativos es donde florecen más las maquinarias partidistas.

En segundo lugar, el comportamiento político del mundo digital y del mundo aislado también es diferente. Este último se caracteriza por la costumbre de votar siempre por el mismo partido, mientras que los usuarios de internet tienden a ser más volátiles y dan más énfasis a las personas en su decisión de voto. En las recientes elecciones, además, el apoyo al PAN tuvo un claro sesgo urbano: recibió 21% de los votos en secciones urbanas y solo 14% en secciones rurales y mixtas. Al PRI , por el contrario, le fue mejor en las zonas rurales, mientras que el voto por Morena fue ligeramente mayor en las zonas urbanas (37 a 33). Encuestas que privilegien a la población urbana, a través de internet o teléfono fijo, sobrerrepresentarán a Acción Nacional y subestimarán al PRI. Este sesgo será mayor en entidades como Oaxaca, entidad que renovará ejecutivo estatal el año próximo.

Google News

TEMAS RELACIONADOS