En los parques, en los jardines, en aquellos terrenos abandonados de nuestra ciudad, existen, literalmente, tesoros escondidos que sobreviven al tiempo y que aguardan ocultos bajo tierra para ser encontrados. Así lo ha comprobado en sus años de buscatesoros Anuar Herrera Castillo, quien con su detector de metales descubre, semana con semana, objetos que para muchos son como engranajes de una máquina del tiempo, un vistazo a la historia y a épocas remotas de nuestra urbe.

Los andares de un buscatesoros urbano
Los andares de un buscatesoros urbano

Monedas antiguas, soldaditos de plomo, carritos metálicos, de esos que coleccionaban los niños a principios del siglo XX; medallas, anillos, pulseras, aretes de metales preciosos y hasta objetos metálicos labrados de la época colonial y otros prehispánicos, han sido encontrados por este incansable buscador en sus rondas por la ciudad, pero también en exhaciendas, rancherías y otros lugares emblemáticos.

Anuar, con su detector de metales marca Nocta Macro, modelo Simplex Max, que puede detectar objetos a una profundidad de más de un metro, aún se impresiona por las alhajas que ha hallado y los detalles tan minuciosos con que fueron trabajadas en otra época, también por la belleza de las monedas llamadas “macuquinas” elaboradas en plata, los reales y las monedas “columnarias” del México del siglo XVIII que sigue añadiendo a su colección de numismática.

Le gustan mucho los parques, también los jardines de casonas antiguas donde se encuentran cosas increibles. A raz de tierra ha encontrado caritas y puntas de lanzas prehispánicas, hasta monedas de medio real y otras gigantescas de ocho reales fundidas en plata y troqueladas con martillo.

Los andares de un buscatesoros urbano
Los andares de un buscatesoros urbano

En el Parque Hundido de la ciudad de México, donde charló conmigo, Anuar Herrera ha encontrado alhajas y juguetes antiguos, así como otros objetos interesantes. En el terreno de este parque estuvo instalada por muchos años la Compañía Ladrillera de la Nochebuena y cuando fue demolida, se decidió en 1930 sembrar árboles y convertirlo en un lugar recreativo.

Entre sus últimos grandes hallázgos se encuentra una moneda de oro de 10 pesos por la que recibió más de 8 mil pesos, dinero que invirtió en actualizar su equipo de detector de metales. Entre sus deseos está el adquirir algún día un detector de más de 120 mil pesos que utiliza geo radar y que alcanza una profundidad de más de 20 metros de profundidad.

Aseguró que esta actividad conlleva el convertirse también en un investigador aficionado de historia de tiempo completo. Hay que saber sobre qué haciendas o rancherías hubo antes en los lugares que todos conocemos, a quién pertenecía el jardín de tal casona, por dónde cruzaron los españoles, cuando se libraron batallas, como las de los cristeros. En que sitio otrora hubo enfrentamientos, porque los busctesoros han encontrado hasta sables y municiones de tiempos de la Independencia.

No se trata, afirma, de ir con el detector a cualquier terreno baldío y toparse sólo con fierros, chatarra y corcholatas, estas últimas el enemigo número uno de los detectores. Hay que indagar en el pasado para tener mejores resultados.

En sus rondas por los parque confiesa que ha tenido algunos roces con policías y guardias, pues aún hay mucho desconocimiento sobre la actividad de buscatesoros. Sin embargo Anuar comenta que su mayor defensa cuando le dicen que está cometiendo una falta cívica es que ninguno de sus procedimientos se configuran para infracción y legalmente está todo permitido. Cuando se hace un orificio se vuelve a resanar por completo.

Los andares de un buscatesoros urbano
Los andares de un buscatesoros urbano

Trabaja de forma independiente y a veces en colaboración con los miembros del grupo Detectando, grupo que investiga a fondo la historia de diversos lugares candidatos a ser una gran fuente de objetos del pasado y viaja a lejanos parajes del territorio nacional.

Hace poco, afirma, descubrieron una hacienda muy escondida y encontraron mucha plata, anillos coloniales, además de alhajas de cobre con piedras preciosas como esmeraldas y grabados muy artísticos.

Actualmente se encuentra en una profunda investigación con un muchacho de Veracruz para rastrear lo que denomina “un tesoro fuerte”. Posiblemente les van a sufragar gastos y tanto él y otros compañeros llevarán sus equipos.

Anuar Herrera Castillo tiene su propio canal de Youtube llamado Tesoros Aztecas mettal detecting, Su sueño es encontrar algún día un tesoro de grandes dimensiones, aunque aclara que por más valioso que sea lo que encuentre no piensa retirarse… lo suyo es más que un pasatiempo, es un vistazo al pasado, un hurgar en la historia, es una pasión y sobre todo, una forma de vida.

homerobazanlongi@gmail.com
Twitter: @homerobazan40

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