Los ataques yihadistas de París obligan a Francia a tomar inéditas medidas de seguridad y a cambiar la constitución para “destruir” al Estado Islámico.

Así lo aseguró el presidente François Hollande ante miembros de la Asamblea Nacional y del Senado, reunidos en Versalles en una sesión solemne que tiene contados precedentes en la historia de la República.

Hollande también dijo que Estados Unidos y Rusia debían dejar de lado sus divisiones políticas en torno de Siria y “combatir este ejército terrorista en una sola coalición”. Agregó que esperaba reunirse pronto con los presidentes de ambos países. París quiere darle un sentido de unidad a la respuesta contra los yihadistas. Putin, por su parte, declaró que trabajar unidos “creo que no sólo es posible, sino necesario, crear una coalición de este tipo”.

Frente a los miembros del Congreso, Hollande aseguró con firmeza y dirigiéndose a la nación, que Francia “erradicará el terrorismo” porque cree en la libertad, la convivencia cultural y la libre circulación de personas.

“Estos asesinos no representan ninguna civilización, estamos en una guerra contra terroristas yihadistas que amenazan a todo el mundo, no sólo Francia”, dijo.

Pero para aniquilar al EI reclamó herramientas constitucionales para así adoptar medidas excepcionales que permitan garantizar la seguridad doméstica y simultáneamente intensificar la campaña militar en Irak y Siria.

En concreto pidió prolongar el estado de emergencia por tres meses, lo que implicaría, entre otros, mantener los 10 mil soldados desplegados desde el sábado y los controles extraordinarios fronterizos. Hollande decretó el estado de emergencia el viernes pasado y, de acuerdo con la legislación, duraría 12 días.

Además anunció que ampliará la fuerza policiaca con 5000 nuevos efectivos durante los próximos dos años. Las Fuerzas Armadas, en esta época de austeridad, no sufrirán recortes presupuestales por lo menos hasta 2019, indicó.

Actuará contra los extranjeros que representen un peligro para la nación acelerando el proceso de deportación y agilizará los trámites para que las personas con doble nacionalidad procesadas por terrorismo pierdan la francesa.

Impulsará la cooperación en la UE para combatir el tráfico de armas y la radicalización para evitar que europeos sigan sumándose a la yihad.

Francia inició sus ataques en Siria en septiembre pasado y los intensificó el domingo en respuesta a la masacre en París. Poco después Rusia se sumó a los bombardeos, aunque a diferencia de París y Washington, su objetivo es mantener el régimen del presidente sirio Bashar al-Assad.

El primer ministro de Francia, Manuel valls, anunció ayer que tras los atentados terroristas en París se cerrarán las mezquitas y asociaciones radicales en el país que “violen los valores de la república” y reconoció que son posibles nuevos ataques. Valls confirmó también que la cumbre sobre el cambio climático prevista en París del 30 de noviembre al 11 de diciembre se mantendrá pese a los atentados, pero se anularán actos paralelos, como “conciertos y manifestaciones festivas”.

Identifican a autor intelectual. Abdelhamid Abaaoud, ciudadano belga de origen marroquí fue señalado por la policía francesa como el posible autor intelectual de la ofensiva terrorista islámica más sanguinaria registrada en suelo europeo. De 27 años de edad, Abaaoud creció en Molenbeek, un barrió de Bruselas en donde nacieron dos de los atacantes de París, con una población árabe y joven numerosa, conocido por sus 16 mezquitas y su desempleo.

Las autoridades lo relacionan con Salah Abdeslam, hermano de uno de los kamikazes de París, quien tiene en alerta a toda la comunidad internacional luego de que Francia lo implicara como partícipe de los atentados y lo declarara prófugo de la justicia.

Mejor conocido en los sectores radicales como Abu Umar al-Baljiki, Abaaoud conoció en 2010 la cárcel de Bélgica por robo. En 2013 viajó a Siria para enrolarse en las filas del EI.

Turquía había advertido dos veces el año pasado a Francia sobre el terrorista Omar Ismail Mostefai, que participó en los ataques del viernes, pero no recibió una reacción de las autoridades, dijo un funcionario turco de alto rango.

Luego de tres días de investigaciones, la policía francesa reportó más de 160 redadas, 23 arrestos y el decomiso de armas y chalecos antibalas. También hubo detenidos en Alemania y Bélgica.

El gobierno de Polonia decidió dar marcha atrás a sus acuerdos de recibir refugiados del Medio Oriente por razones de seguridad, en tanto que políticos conservadores de Holanda, Francia y Alemania llamaron a sus gobiernos a cerrar las fronteras a los refugiados.

Con información de agencias

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