El periodo de enero a mayo de los años 1998 y este 2017, han sido los más violentos en el estado de Michoacán de las últimas dos décadas, con 533 y 528 homicidios dolosos registrados respectivamente, de acuerdo a las cifras oficiales actualizadas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

En 1998,

con Víctor Manuel Tinoco Rubí al frente del gobierno estatal, Michoacán registró en los primeros cinco meses un total de 533 homicidios dolosos, lo que representa un aproximado de 106 asesinatos por mes, 3.6 por día o uno cada 6.6 horas.

En tanto, el periodo de enero a mayo de este 2017, es el segundo más violento de las últimas dos décadas en cuanto a homicidios se refiere, pues acumuló un total de 528; es decir, tan solo cinco menos que en 1998.

El total registrado en los cinco primeros meses de este 2017, representa un aproximado de 105 homicidios dolosos por mes, 3.5 por día o uno cada 6.9 horas.

En base a las cifras del SESNSP, los otros dos años con mayor violencia por asesinatos en el periodo de enero a mayo fueron 2016 y 2014, en ese orden, con 429 y 406 homicidios dolosos, seguidos de 2011, con 330.

Como referencia, en 2014 el gobernador constitucional de Michoacán era Fausto Vallejo del Partido Revolucionario Institucional y en 2011, Leonel Godoy Rangel del Partido de la Revolución Democrática.

Apenas este fin de semana , la Arquidiócesis de Morelia , anunció la creación de un órgano responsable de coordinar y promover que todas las acciones pastorales que realicen, tengan un enfoque de “Construcción de Paz” que, consideraron, urge reestablecerse en el estado de Michoacán.

Mediante comunicado, la Iglesia Católica explicó que con el fin de contribuir a la construcción de la paz en México y en la entidad, ha creado la “Dimensión Diocesana de Justicia, Paz y Reconciliación”, responsable de promover también la atención a las víctimas y el acompañamiento a los jóvenes.

La Arquidiócesis, consideró que la inseguridad y la violencia que se viven, requieren de una estrategia global y la participación de todos.

La grey católica señaló que en Michoacán, “a pesar de los esfuerzos realizados en los diversos niveles de gobierno, hay que reconocer que la violencia sigue creciendo. La realidad de la inseguridad y violencia es compleja y multidimensional”.

“No podemos, sin más, atribuirla a una sola causa; hacerlo sería ingenuo y nos llevaría a pretender, también con ingenuidad, tener una única solución a una problemática tan vasta y complicada”, indica el texto enviado a los medios de comunicación.

Ante este contexto, la Arquidiócesis consideró que convendría abordar la compleja realidad de la violencia que se vive en México desde un enfoque de salud pública, que permita garantizar para el mayor número de personas, el beneficio de la seguridad y de la paz.

En el documento firmado por el Arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, sostiene que ver la violencia como un problema de salud pública, implica reconocer que el esfuerzo por erradicarla debe ser multidimensional y que se requiere un diagnóstico interdisciplinar que identifique los principales factores de riesgo sobre los que hay que intervenir.

Asimismo, enfatizó que es necesaria la cooperación de todos los sectores públicos y sociales para abordar el problema de la violencia mediante la acción colectiva, con estrategias diversas adoptadas por todos, cada quien, según el ámbito de la propia competencia.

En camino hacia Roma, el representante religioso, hizo un llamado a quienes conforman la iglesia y a todos los sectores sociales para tomar conciencia del problema de violencia e inseguridad que se tiene enfrente y se involucren en su solución.

“A los gobernantes les pido que implementen políticas públicas que inhiban los factores de riesgo; a los miembros de las fuerzas de seguridad para que sean fieles a su misión de defender a los débiles; a los políticos a que no antepongan el interés personal o de partido y a no ceder al cáncer de la corrupción”, enfatizó.

También pidió “a los padres de familias que fomenten los valores en sus hogares; a las y los ciudadanos a que construyamos una sociedad civil responsable, organizada y participativa en la vida pública.

En la medida en que abordemos la violencia desde un enfoque global y todos nos involucremos, estaremos en condiciones de construir la paz”, concluyó el Arzobispo de Morelia.

cfe

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