El obispo de San Cristóbal de las Casas, Felipe Arizmendi Esquivel, pidió que se dejen atrás las confrontaciones, “los lamentos” y acusaciones” para emprender la ruta del “perdón mutuo” y la reconciliación entre autoridades y ciudadanos, esto a cuatro días del inicio de gestiones de la LXVI Legislatura local y los nuevos Ayuntamientos en Chiapas.

Arizmendi Esquivel contextualizó que el 1 de octubre los diputados locales y alcaldes asumieron, salvo en Ayuntamientos donde hubo irregularidades comprobadas, pues en general los comicios fueron pacíficos, excepto donde hubo enfrentamientos con saldo de un muerto, heridos y vandalismo, derivados de inconformidades, porque “algunos tenían seguro su triunfo y se les revirtió”.

Planteó a las nuevas autoridades locales, así como quienes no consiguieron acceder al gobierno por las urnas, que si “la pasión “por servir es legítima, que lo demuestren con hechos y no sólo con palabras.

A los diputados, alcaldes y presidentes de concejos políticos de los 122 municipios que oficialmente asumieron sus responsabilidades a partir del 30 de septiembre, y a los candidatos perdedores, el líder religioso los cuestionó  sobre la autenticidad de sus intereses políticos, y lo que “realmente los mueve” en los asuntos públicos.

“¿Servir al pueblo, desgastar su vida, su tiempo y sus recursos, para beneficiar a la comunidad?, ¿O su pasión es ganar a los contrarios, demostrar que se tienen más recursos para imponerse, tener el orgullo de haberlos derrotado?”.

“¿O acaso lo que les mueve es ganar dinero en un puesto público, asegurar buenos ingresos durante tres años, pagar las deudas que les dejaron las campañas? Lo que les mueve en su corazón y en su mente, ¿es realmente querer servir al pueblo, o mandar y tener más dinero?”, agregó.

En el documento “Pasión por servir o por ganar”, el obispo de San Cristóbal de las Casas evocó un letrero propagandístico preelectoral, de los comicios del pasado 19 de julio, de un candidato perdedor que lo  auto exaltaba que lo que lo caracterizaba era su pasión por servir. El aspirante no ganó las elecciones.

Ojalá que ahora, sin un puesto público demuestre su pasión por el bien del pueblo. “Si realmente es su pasión es el servicio, que lo demuestre con su vida de cada día, en el servicio callado y humilde a los más pobres, sin hacerse propaganda. Eso es lo que convencerá a la gente de que en verdad merece su confianza”, expresó.

El jerarca católico  argumentó que, sin importar quienes ganaron las elecciones en los municipios, lo que importa es que haya paz,  perdón mutuo y reconciliación entre contrarios.

El sentido de la fe y la convivencia, afirmó, es no sembrar odios ni rencores, sino impulsar métodos pacíficos de resistencia y que se puedan expresar las justas demandas de justicia y de verdad, pero sin dañar a la sociedad.

Sostuvo que  Chiapas, las familias, la paz social, la confianza de los turistas, son valores que están por encima de otros intereses personales y partidistas.

Si en verdad, puntualizó, la pasión de los candidatos y de las autoridades es servir, que lo demuestren con sus hechos, y no sólo con palabras.

cfe

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