Guadalajara.— Llegaron ocho de nueve candidatos que disputan la alcaldía de Guadalajara, Jalisco, y aunque se especulaba que los hechos violentos del pasado 1 de mayo en el estado y la supuesta expulsión del PAN contra el ex gobernador Emilio González por su presunto apoyo al aspirante de Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro, serían temas centrales en la discusión, el ejercicio organizado por el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana transcurrió como lo marcan los cánones: todos le tiraron al puntero y éste fingió no oír.

Días antes, todos los partidos políticos establecieron las reglas del encuentro y garantizaron un debate acartonado, sin posibilidad de contrastar ideas y que sólo rescataron los usuarios de redes sociales con la producción de “memes”.

De acuerdo con las encuestas, a esta altura de la elección, la contienda se cierra entre el candidato de Movimiento Ciudadano y el representante de la coalición PRI-PVEM, Ricardo Villanueva, por lo que el último aprovechó sus intervenciones para lanzarse contra el emecista y lo criticó por su pasado en distintos partidos —entre ellos el PRI, del que ahora reniega—, por su gestión al frente de la presidencia municipal de Tlajomulco de Zúñiga (2009-2012).

Alfaro, por su parte, marcó su estrategia desde un inicio: “No contestaré a las calumnias y ataques de mis compañeros candidatos”; sólo en una ocasión se dirigió a Villanueva para criticarlo por la forma en que opera en su favor el magistrado con licencia, Leonel Sandoval, padre del gobernador del estado, Aristóteles Sandoval.

También se refirió al candidato del PAN, Alfonso Petersen, quien gobernó Guadalajara entre 2006 y 2009: “Alfonso, a ti y a tu partido la historia los ha juzgado”; después se concentró en repetir algunas de las propuestas como dedicar 50% del presupuesto de seguridad o aplicar una política de cero tolerancia contra la corrupción.

Además, presumió la adhesión a su proyecto por parte de Guadalupe Morfín Otero, ex comisionada para prevenir y erradicar la violencia contra las mujeres en Ciudad Juárez, Chihuahua.

Posturas

El panista Alfonso Petersen, en su afán por dar alcance a Alfaro y Villanueva, se concentró en ellos e insistió en que su experiencia como alcalde lo hace distinto al resto de los aspirantes.

La perredista Celia Fausto centró sus propuestas en temas de seguridad y transparencia, y aprovechó sus turnos para hacer ver a los candidatos de MC, PRI y PAN como los que siempre han engañado a la gente.

Jesús Burgos López, abanderado de Morena, no se salió del guión que sigue este partido a nivel nacional y se autonombró “la esperanza de Guadalajara”; su propuesta más arriesgada fue la de renunciar a su salario si llega a la alcaldía y retó a los demás a hacer lo mismo. Nadie le respondió.

Leonardo García Camarena, del Partido Humanista, guardó “silencios intencionados” durante sus intervenciones para darles dramatismo, presumió su experiencia como alcalde de Tepatitlán y repartió acusaciones a los candidatos del PRI, PAN y MC.

Joaquín Rivera, de Encuentro Social, presumió su talante conservador al centrarse en la defensa de la vida desde la concepción y hasta la muerte natural. Mientras que Antonio Pérez Garibay, del Panal, no salió del discurso de estar harto de los políticos.

La ausencia de Beatriz García de la Cadena, candidata del PT, les otorgó tres minutos adicionales a todos los candidatos durante este debate.

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