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Decir que Debbie Meyer conquistó ayer su tercera medalla de oro en los XIX Juegos Olímpicos, después de ganar con tiempo récord la prueba de 800 metros nado libre, no es noticia, pero sí que en ese evento María Teresa Ramírez nadó con una entereza y una bravura sin igual, para ocupar el tercer lugar y quedarse con la presea de bronce, que es la segunda (la otra fue el oro de Felipe Muñoz), para la natación mexicana en estos Juegos. Este tercer puesto es la cuarta medalla que obtiene nuestro país en sus Juegos.


Después de los 400 metros, Kruse se apoderó del segundo lugar, adelantándose cinco metros a sus otras dos competidoras, mientras que la australiana quedaba en tercero y la mexicana se iba al cuarto, pero nunca dejó de luchar por mejorar su posición.

Fue hasta los últimos 100 metros cuando Maritere hizo un gran esfuerzo, alcanzó a Moras y hasta los últimos cinco metros de carrera, nadando brazada a brazada al parejo, echó toda su furia, incluso nadó ese tramo final sin respirar y logró hacer el toque una décima de segundo antes que su tenaz enemiga, para arrebatarle la medalla de bronce (9.38.5 minutos).


Debbie ganó con tiempo de 9:24 minutos, para así mejorar la marca impuesta en las eliminatorias por Karen Moras, que fue de 9:38.3. De los cuatro boxeadores mexicanos que se habían clasificado a semifinales, dos triunfaron y lograron avanzar a la final, por lo que mañana disputarán las medallas de oro de sus respectivas categorías.

El mosca Ricardo Delgado y el pluma Antonio Roldán fueron los vencedores, entre cuatro tricolores que disputaron semifinales.

Ahora, Delgado, quien derrotó al brasileño Servilio de Oliveira, peleará en la final ante el polaco Artur Olech. Arturo Roldán hará lo propio contra el estadounidense Al Robinson.

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