Ileana Dávila llegó a a pedir una oportunidad. Con su título de directora técnica bajo el brazo se acercó a Rodrigo Ares de Parga, entonces presidente del club y le dijo: “Quiero aprender, quiero trabajar, hasta de utilera”. No, no fue utilera, pero la frase abrió las puertas de su carrera como entrenadora, siendo una de las fundadoras de la Liga MX Femenil, manteniéndose aún en el cargo.

“Entré a ayudar de fuerzas básicas, fui la primera mujer en entrenar a un equipo varonil; estuve al frente de los niños de 10 años, y también fui auxiliar de la Sub-13… Después vino lo de la femenil, comencé a hacer las visorías y hasta ahora. Desde el inicio de la Liga no he faltado nunca a mi trabajo”. Y hoy, Pumas cosecha este trabajo. “Estamos en el primer lugar de la tabla, estamos avanzando a nuestro estilo. Monterrey y Tigres contratan jugadoras de experiencia, que están en Selección, en el extranjero, pero hay otros equipos que hemos comenzado desde abajo. Ya le ganamos a Monterrey, nunca se había podido, y se le ganó bien, limpiamente. Lo que hacen ellos está bien, eso ayuda a competir”.

Así como el club Universidad fue cantera del futbol mexicano varonil, Ileana espera volverlo cantera en la femenil, “trabajamos con chicas que hemos reclutado y algunas han debutado en el primer equipo. Esa es la idea, formar nuestra propia cantera”.

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En este torneo la Liga MX Femenil tiene a seis directoras técnicas a cargo de diferentes equipos, “eso me da mucho gusto, pero esto no es un tema de género, sino de capacidad. Los resultados no se dan por que vistas de rosa o azul.

Estoy segura de que las otras entrenadoras no estamos viendo si enfrente está un hombre o una mujer, sino cómo ganarle al rival. Lo que es un hecho es que es un tema de oportunidad en un mundo regido por hombres, pero hoy se ha avanzado, y esperamos avanzar más”.

Sabe que hace falta mucho para que haya mejoras en la Liga, para que los directivos le den todas las armas a las jugadoras, “esto es profesional, pero lo que hace falta es apoyo de los patrocinadores para que las jugadoras tengan mejores condiciones de trabajo. Esto ha evolucionado, antes tenía a una mamá, que jugaba y se iba a cuidar al bebé; aquí, además de su sueldo, hay apoyo con becas de estudios, se les dio un auto gracias a los patrocinadores [Suzuki], eso es un adelanto. Ojalá todos quienes están inmiscuidos en esto, lleguen a apoyar”.