Hace 20 años, Julio César Pinheiro no creía lo que estaba viviendo. Estaba parado a once metros de la línea de gol, frente a Oscar Córdoba , portero de Boca Juniors , en la mítica Bombonera . Era la final de la Copa Libertadores de 2001 . Hace 20 años

era el equipo más querido de México , todo porque estaba en la Libertadores y tumbaba gigantes del futbol sudamericano.

“Cada vez que recuerdo ese torneo la piel se me pone chinita, ese Cruz Azul enamoró a todos, muchos chicos se hicieron aficionados del equipo por ese torneo, aunque no lo ganamos”, menciona el zurdo desde Brasil .

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Cruz Azul

visitó casi toda Sudamérica : Venezuela , Ecuador , Paraguay , Brasil y Argentina . “Empezamos de cero. El profe José Luis Trejo llegó del Cruz Azul Hidalgo ( Primera A en esos años) y trajo con él a muchos chavos, a Don Juan ( Alberto Hernández ), Víctor Gutiérrez , al Bebeto que en paz descanse ( Norberto Ángeles )…, que se unieron a los que ya estábamos Conejo ( Oscar Pérez , Juan Palencia y después llegaron Sergio Almaguer y José Cardozo ”.

Le ganaron a River Plate en el Azteca , fueron al Gigante de Arroyito a pegarle al Rosario Central , donde vivieron de todo. “Fue un típico juego de Libertadores . Llegamos a Buenos Aires , pero a Rosario el mismo día del juego. Arribamos al hotel muy temprano, y cuando nos metimos a descansar llegaron a tocarnos una serenata en pleno día...”.

Y vino la ida al Gigante de Arroyito . “Había mucho tránsito, el chofer no pudo estacionarse dentro del estadio, ya nos estaban lanzando piedras, huevos y todo, insultando con palabras de todo tipo... Nos paramos a unos metros de una puerta y salimos corriendo, nos volvieron a tirar de todo”.

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Poco tiempo para calentar. “Nos insultaban, apenas soltamos las piernas. Paco Palencia nos dijo: ‘con todo y eso les vamos a ganar’, y así sucedió. Un partido durísimo, nos escupían, nos daban codazos, todos”.

En la serie por el título, Cruz Azul se metió a la Bombonera , “nos ganaron la ida en el Azteca , y la vuelta debimos ganarle 3-1, fácil, yo metí dos al poste, Palencia otro. No anotamos y vinieron los penaltis, y ahí fue la parte triste de la historia, falló Don Juan , falló el chileno (Pablo) Galdames y luego vine yo...”.Un último penalti, una última oportunidad, “lo fallé, y todo acabó”.