A pesar de la popularidad del sake dentro y fuera de Japón, existe una bebida que los japoneses no pueden dejar de tomar; el shochu

El Sadō o “La senda del té” es el nombre que recibe la ancestral ceremonia durante la que se prepara el té en Japón, desde su llegada a tierra nipona se ha tratado de un elemento cultural cuyo fin va más allá de obtener una bebida