Aprovecho el emplazamiento para visibilizar a un grupo de mujeres que pocos saben que existen, pero que realizan un importante trabajo de cuidado: las mujeres que visitan y mantienen a las personas encarceladas en nuestro país. En 2014, realizamos un estudio en los Centros de Readaptación Social de la Ciudad de México y el estado de Morelos para conocer a las personas que visitan los reclusorios. Queríamos saber quiénes son y cómo ha cambiado su vida a raíz de tener a un familiar en prisión.