¿Cuántas veces escuchamos esta frase en boca del expresidente Andrés Manuel López Obrador y de otros integrantes de Morena? ¿Cuántas veces llevaron, con un talante de superioridad, esta narrativa de que ellos sí acabarían con el régimen de corrupción e impunidad y con ello sus adversarios políticos estaban moralmente derrotados?
Contrario a su discurso probo, los cuatroteístas fundaron para sus intereses un nuevo régimen político basado en la mentira. Un sistema en el que todo aquel que cuestione presuntos actos ilícitos de integrantes de su movimiento será descalificado. Mientras ellos serán defendidos a ultranza desde Palacio Nacional.
Tiene razón el periodista Carlos Loret de Mola al mencionar que tres integrantes del gabinete de seguridad de López Obrador están vinculados al crimen organizado: Adán Augusto, secretario de Gobernación con el cártel “La Barredora”; José Rafael Ojeda, secretario de Marina, permitiendo el huachicol fiscal de sus sobrinos, y el jefe de Oficina, Alfonso Romo, dueño de Vector, una casa de bolsa acusada por Estados Unidos de lavar dinero de los cárteles.
Todo indica que López Obrador construyó o toleró una estructura criminal en el corazón de su gabinete y del Estado mexicano. Mientras el actual gobierno se dedica a proteger y defender la derrota moral del sexenio de AMLO.
Ya lo hemos cuestionado, pero la pregunta aún no tiene respuesta, ¿cómo es posible que Adán Augusto, como titular de Gobernación, no tuviera información de que su exsecretario de Seguridad encabezaba un cártel?
¿Qué sentirán los legisladores de Morena que el mejor personaje de su partido para ser su líder en el Senado está en el centro de un escándalo por la investigación de huachicol?
Con maromas en las fechas, la presidenta Sheinbaum afirmó que el mismo Adán Augusto pidió la destitución de Hernán Bermúdez, lo que resultó una mentira, porque el ahora senador morenista dejó Gobernación en junio de 2023 y el líder del cártel “La Barredora” renunció a la secretaría de Seguridad en enero de 2024.
Un caso similar de protección sucede con quien fuera secretario de Marina de la administración anterior, José Rafael Ojeda. Sus sobrinos operaron desde dentro de la Armada de México el huachicol fiscal. Sin embargo, la primera mandataria defendió la reputación del almirante y aseguró que él había denunciado actos ilícitos años atrás.
¿Qué decir de los hijos del expresidente López Obrador? Quienes han mostrado una vida llena de lujos que no corresponden a los ingresos que reportan. Como decía el papá de estas criaturas: “lo que no suena lógico, suena a metálico.”
Pero existen audios de llamadas de amigos cercanos a los hermanos que acusan tráfico de influencias. Sin embargo, para la presidenta Sheinbaum se trata de una campaña política en contra de su movimiento.
Y así, un rosario de casos al amparo del poder: Hilda Araceli Brown, Gerardo Fernández Noroña, Cuauhtémoc Blanco o la gobernadora Marina del Pilar Ávila. Todos con algo en común: son del partido oficialista, con un enorme escudo de impunidad.
En la actualidad, las mañaneras cambiaron de formato. Ya no son un ejercicio de información. Es un ejercicio de plena defensa y protección a morenistas, acusados de diversos delitos, pero según la Presidenta, son víctimas de campañas de desprestigio.
Comentario final
¡Vaya recibimiento que le dieron a la Presidenta en Tabasco! Bloqueos, incendio de vehículos y el asesinato de dos personas se vivieron mientras la mandataria realizaba su gira, muestra clara, aunque lo nieguen, de cómo López Obrador dejó el país antes de retirarse. Y eso que se trata de su querida tierra natal.
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