Descubrí hace un tiempo que mis mejores maestras son mis hijas. Entre que son nativas digitales, curiosas y activistas, me abren su mundo para poder aplicarlo al mío.

Hace unos días, me comentó una de ellas que un grupo de jóvenes, amantes de los libros de Pearcy Jackson, había logrado crear un movimiento digital para pedirle a Disney Channel que hiciera una serie del personaje.

El hashtag que usaron fue #DisneyAdaptPercyJackson. Aunque estamos hablando de un movimiento que nació antes de la pandemia, de tanto presionar -por un lado ellos y por el otro el escritor Rick Riordan a la creadora de contenidos- lograron que se estrene el primer capítulo en el mes de octubre de 2023.

Para todos aquellos ajenos al mundo fantástico de los libros para jóvenes e incluso de series de televisión, puede ser intrascendente, pero este mundo es nuevo, digital, descentralizado y se mueve por causas tan disímiles como la comida, la política, los animales, el género e incluso los libros.

Estamos en un mundo digital en el que todos sabemos dónde está pero no sabemos aún cómo “se come”. Creemos que las redes sociales son el medio pero de lo que no nos hemos dado cuenta es de que son el espacio de interacción humana más importante de la actualidad.

Un espacio en el que las marcas, empresas y personas están buscando posicionarse pero lo siguen haciendo a través de la publicidad, como medio centralizado de información, dejando de lado lo que es más relevante para estas nuevas generaciones: las causas. Y lograr entrar en esas causas y posicionarse es realmente lograr el “santo grial” que todos estamos buscando a través de la incidencia digital.

Por lo mismo, lo que deberían hacer las marcas, empresas, personas, instituciones, organizaciones y hasta gobiernos es precisamente buscar una incidencia real digital:

1. Entender muy bien cada una de las causas.

2. Conocer las audiencias involucradas en ellas, sus intereses, su postura, su motivación.

3. Escoger una causa y saber cuál es la posición actual de la organización para que sea el punto de partida de la construcción.

4. Tomar una postura real frente a la causa. Cualquier intento de hacerlo solo para ganar publicidad se notará en algún momento en el camino y podrá ser contraproducente.

5. Tomar acción. Esto puede ser a favor o en contra de la causa. Se vale estar en contra de algo pero lo que no se perdona es la inactividad en las redes sociales.

La incidencia digital ya no se hace por nombre o estatus, aún menos por publicidad o marketing, se hace a través de un activismo real en las redes sociales a través de causas que generen movimientos y evolución.

Ahora el trabajo real, que nos compete a todos los que queremos zambullirnos en este nuevo mundo, será el de incidir a través de nuestra causa, aferrarnos a ella, con principios y sin miedo.

Las organizaciones que en el futuro no tengan causas y no tengan una incidencia digitalmente en ellas, estarán destinadas al peor de los castigos… el olvido digital.

Ximena Cespedes
Directora General MW Group
@XimenaCespedesAS

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