Dicen por ahí que “en río revuelto, ganancia de pescadores”, y tal parece que los siguientes días van a definir varias cosas en materia ejecutiva, legislativa y judicial en México. Por un lado está en juego la aprobación de la Reforma Energética en el Congreso pero en paralelo la discusión en la SCJN sobre la constitucionalidad de la Ley de la Industria Eléctrica (LIE) en pleno proceso electoral y a días de celebrarse el proceso de Revocación de Mandato.

Los que saben, yo solo soy analista de datos digitales, señalan que esta es la madre de todas las batallas, porque puede ser una cabeza de playa que defina una guerra - ahora que se pusieron de moda - de visiones en México.

Pero a todas estas, los medios de comunicación, líderes de opinión, expertos en la materia y sobre todo funcionarios públicos tanto a favor como en contra habían venido controlando la discusión, sin embargo, poco a poco, a través de medios digitales, la conversación se ha ido convirtiendo en un tema de opinión pública generalizada - ya no solo informada - y como pasa en los medios digitales, cuando existe temor es cuando más activos se vuelven los usuarios digitales.

Es así cómo se duplicó en menos de 3 meses el interés de la opinión pública digital en este tema, de un 40 a un 80% en la distribución de audiencias, y se volvió más negativa, de un 55 a un 64% en contra.

Pero lo más interesante es lo que llamamos las líneas discursivas, que es lo que la audiencia digital dice en un determinado tema y momento en medios digitales. Al comienzo, cuando se presentó la reforma, los usuarios, poco informados, solo se quedaban con lo que se decía en la mañanera, era el presidente quien llenaba los vacíos de información en esta materia.

Sin embargo, a medida que fue pasando el tiempo, más voces se sumaron (tanto a favor como en contra) y sobre todo se comenzó a socializar el tema. Aumentó en más de 40 millones el alcance de los mensajes relacionados con la Reforma Energética y a su vez fueron cambiando sobre los que la audiencia conversaba en estos medios. Es decir que llegaron otros actores a llenar esos vacíos de información.

Es así como pasó de que la reforma se requería para fortalecer a CFE en defensa de los contratos que se firmaron en épocas anteriores, a que si se aprobaba se generaría un monopolio de la entidad y tendríamos más apagones. Igualmente, de no hablarse de cambio climático y generación de energías sucias, la discusión comenzó a tomar tintes de protección al medio ambiente, acuerdos internacionales y mantenimiento de la inversión. Lo que sí empezó y sigue en el inconsciente colectivo es que puede ser un capricho del presidente.

Como en todo, la opinión pública ha ido evolucionando y sus comentarios cada vez son más convincentes e informados, pero no hace decretos, no vota en el Congreso ni opina en la SCJN, pero sí es una muy buena fuente de información que debería tomarse en cuenta por todos los tomadores de decisiones.

No por nada son “las benditas redes sociales”.

Socia y Directora de Metrics

Google News

TEMAS RELACIONADOS