Madres buscadoras, revictimizadas

Frente a la incapacidad, negligencia e inacción de los tres niveles de gobierno para dar con el paradero de miles de desaparecidos en México, cientos de madres han tomado la decisión de formar colectivos a lo largo y ancho del país para buscar, con sus propias manos y recursos, a sus hijas e hijos. En ese arduo y doloroso camino al menos once de ellas han sido asesinadas impunemente por el crimen organizado.

La última víctima fue Teresa Magueyal, ultimada por sicarios en San Miguel Octopan, una pequeña población de Celaya, Guanajuato, el 2 de mayo de 2023, quien se integró al colectivo “Una Promesa por Cumplir”, en la búsqueda de su hijo José Luis Apaseo Magueyal, el cual desapareció en esa misma comunidad el 6 de abril de 2020.

En el marco del 10 de mayo, familias de Nuevo León, Chihuahua, Tamaulipas y Veracruz, efectuaron en la Ciudad de México la XII Marcha de la Dignidad Nacional Madres Buscando a sus Hijas e Hijos, Verdad y Justicia para reclamar la búsqueda de las y los desaparecidos. Otros colectivos se movilizaron con la misma exigencia en varias ciudades del país.

Entre las consignas, los colectivos señalaron que las autoridades no hacen su trabajo y acusaron que son parte de los circuitos de impunidad. Este es un reclamo recurrente.

El Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México ha denunciado que “la búsqueda de personas desaparecidas es dirigida por nosotros, las familias, quienes hemos asumido roles de investigador y quienes somos criminalizadas por las propias autoridades porque los resultados que obtenemos señalan la responsabilidad directa del Estado, y su colusión con el crimen organizado, la indolencia y la inacción ante la problemática.”

El 24 de marzo de 2019, al reinstalar en Palacio Nacional el Sistema Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas, ante organizaciones de la sociedad civil y colectivos de familiares de personas desaparecidas, el Presidente Andrés Manuel López Obrador reiteró su promesa de que la búsqueda de personas desaparecidas y la identificación de cuerpos sería una de las premisas de su gobierno.

Compromiso que, como tantos otros, no sólo no ha cumplido, sino que revictimiza a las madres buscadoras, arguyendo que sus crímenes son parte de la “herencia” del pasado.

Cabe resaltar que, de las más de 100 mil personas desaparecidas México en los últimos 58 años que contabiliza la Organización de las Naciones Unidas, en tan sólo los tres primeros del gobierno de López Obrador se registraron 31 mil 725.

Expreso mi solidaridad con las madres que marchan, que buscan debajo de cada piedra, que investigan y que se arriesgan a cada momento en la búsqueda de sus hijas e hijos. El Estado debe asumir su responsabilidad en serio para acabar con tanta impunidad y crear mecanismos verdaderamente eficaces para poner fin a esta tragedia y a tanto dolor.

Gracias, Presidenta

Expreso mi agradecimiento a la Ministra Norma Lucía Piña Hernández por sus alentadoras palabras que mediante carta me hizo llegar, respecto al artículo “Acarreo Masivo”, publicado en este mismo espacio. Su lucha es la lucha de millones de mujeres en México. El trabajo que ha hecho como Presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación nos enorgullece, representa y alienta a seguir adelante en la garantía de los derechos de las niñas y mujeres.