Son muchos los espacios de la vida pública y privada en los que persiste la segregación y la discriminación en contra de la comunidad LGBTI+, hasta el extremo de encontrarnos con situaciones de especial gravedad que deben ser atendidas sin demora por parte de las distintas autoridades a fin de erradicar prácticas como la homofobia, la falta de investigación de los crímenes de odio, despidos por motivos de orientación sexual, violencia de todo tipo, así como la falta de reconocimiento y protección plena de los derechos de las personas de la diversidad sexual, que se presentan especialmente en sociedades con una visión del mundo prevalecientemente cisheteronormativa.

El año pasado, el INEGI revelaba que en México, 5 millones de personas se autoidentificaron con una orientación sexual y de género LGBTI+, de los cuales el 92.4 % se autoidentificó con una orientación sexual LGB+ y el 18.2 %, con una identidad de género T+. En el caso de Querétaro, 153 mil 753 personas, de 15 años y más, se autoidentifican con una orientación sexual y/o identidad de género LGBTI+, el tercer porcentaje más alto en el país, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Diversidad Sexual y de Género 2021.

Por su parte, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), señala que el 59.8% de la población con una orientación diferente a la heterosexual y/o condición distinta a cisgénero, considera que fue discriminada principalmente por su Orientación Sexual o Identidad de Género (OSIG). O que 8 de cada 10 adolescentes entre 13 y 20 años de edad han sido víctimas de acoso verbal y al menos 2 de estos fueron objeto de dichos insultos con mucha frecuencia, según la segunda Encuesta Nacional sobre Violencia Escolar basada en la Orientación Sexual, Identidad y Expresión de Género hacia Estudiantes LGBTTTI+.

Por ello, y en el marco de mi compromiso por mejorar las condiciones de las y los queretanos en mi candidatura al Senado de la República, particularmente en aquellos rubros que el PAN ha soslayado toda su vida política, como el que aquí se trata, firmé con la Coalición Mexicana LGBTTTI+ una agenda progresista que busca impulsar el reconocimiento y garantía de los derechos humanos de todas las personas de esta comunidad.

Entre los varios compromisos se encuentran: Consolidar e impulsar reformas para garantizar y reconocer el reconocimiento a los derechos de las diferentes estructuras familiares bajo los principios de autodeterminación y libre desarrollo de la personalidad, estrictamente acorde a los derechos humanos y protegiendo en todo momento el interés superior de la niñez; garantizar el derecho a la salud a todas las personas sin importar su orientación sexual, identidad o expresión de género ni variaciones de las características sexuales; realizar una revisión integral de la legislación federal, local y municipal desde la perspectiva de diversidad sexual, corporal y de género a fin de derogar o reformar aquella que se considere discriminatoria; o, aprobar las reformas a las leyes de todos los Institutos de Seguridad Social del país para garantizar el derecho humano de la seguridad social a todas las personas sin importar su orientación sexual, identidad o expresión de género o variaciones de las características sexuales.

Tenemos ante sí una deuda histórica con la colectividad, y a pesar de los enormes retos, los derechos de la diversidad sexual han ido ganando terreno en la agenda pública y el imaginario social y han influido profundamente en la forma en la que se concibe el derecho en la actualidad. Auguro el mejor cambio para Querétaro y el país #YaSeVan.

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