Por Julia Gugerli
La democracia, como sabemos, siempre está en tensión. Con sus avances y retrocesos, siempre es una forma de vida que en su conceptualización y materialización sigue siendo un frente abierto. Con esto en mente, el pasado 5 de junio, a 37 años de la elección del 88, se celebró la tercera edición de los Diálogos (Im)posibles. En esta ocasión se titularon “Democracia en Disputa” y fueron convocados por Lab Incide, Por México Hoy, Política Colectiva e Intersecciona en la Casa Refugio Citlaltépetl.
Desde Lab Incide consideramos que hoy en día nos encontramos frente al colapso del paradigma de los derechos humanos y de las democracias liberales a nivel internacional. No sólo no han frenado el genocidio en Palestina, sino que han permitido el avance de fascismos y militarizaciones en muchos rincones del mundo, entre ellos en nuestro propio país. No nos queda de otra que voltearnos a ver y darnos cuenta de que nos toca continuar las resistencias y organizarnos en la lucha por una democracia para todas y todos.
Con la victoria de 2018 algunas bajamos la guardia, porque se sentía que ya lo habíamos logrado: Que la izquierda había llegado y con ella los movimientos sociales, las luchas comunitarias y las miles de personas que pagaron los precios más altos —incluyendo sus vidas— en la búsqueda por un México más justo, más democrático y más incluyente. Ahora volteamos a ver los aciertos, los errores y las preocupaciones que han surgido en los últimos 7 años, y no podemos ignorar que muchas luchas no han llegado y que nos ha faltado ser parte del proyecto político de nuestro país. Sin hablar de cómo se ha construido una narrativa hegemónica, una con la cual es difícil debatir sin ser tachados de oposición, de conservadores, de pseudoambientalistas, incluso de derecha.
Es por eso que llamamos (im)posibles a estos diálogos, porque en los últimos años se han roto muchos canales de comunicación y vaciado espacios de convergencia. Creemos firmemente que tenemos que hablar entre distintas visiones y posiciones de izquierda para poder asegurarnos de construir un México que incluya a todas.
La apuesta de Lab Incide y su razón de ser es comprender, resistir y transformar. No sabemos aún si es un ciclo, una línea o un ir y venir. Pero lo que hemos estado tratando de hacer es fortalecer la pedagogía política y promover el pensamiento crítico, sea en nuestra Escuelita para existir en América latina o en nuestros Diálogos (Im)posibles. Es por eso que el 5 de junio invitamos a las y los asistentes de los diálogos a salirnos de la dicotomía del bien y el mal, de la institucionalidad y la oposición, para poder transitar a una democracia crítica —un espacio valiente— donde nos podamos decir las cosas sin cerrar puertas ni villanizar. Queremos buscar cómo abrir grietas y rupturas desde la institucionalidad; cómo seguir resistiendo y organizándonos desde afuera; y cómo transformar a nuestro país en conjunto.
En el primer diálogo en Monterrey, Nuevo León exploramos las desigualdades y los horizontes de justicia en una ciudad tan llena de contrastes. En el segundo, en Villahermosa, Tabasco, se nombró una crisis que cada verano se siente más: el cambio climático. Ahora en el tercero, en Ciudad de México, tratamos de problematizar la democracia misma. Reconocer que está en disputa para poder posicionarnos ante y por ella y construir colectivamente respuestas ante las injusticias y desigualdades que persisten, y en algunos casos, se incrementan.
Nos dio mucho gusto recibir a grandes referentes de la política mexicana como lo son Cuauhtémoc Cárdenas, Clara Jusidman, Carlos Lavore y Emilio Pradilla, al mismo tiempo que le pusimos cara a cuentas de memes políticos reconocidas como metlab, no.votes, progre de alcantarilla, emociones amarillas y eskuela radical. La distancia entre los dos grupos pareciera gigante, pero todas estas personas buscan incidir en la narrativa política del país, y pueden aprenderse mutuamente de cómo construir proyectos políticos sólidos y cómo comunicarlo de una manera accesible. Asimismo, le dimos la bienvenida a funcionarias y funcionarios de gobierno que desde distintos espacios entretejen la institucionalidad gubernamental con las exigencias de la sociedad civil. Desde diferentes organizaciones ciudadanas llegaron personas en búsqueda de espacios críticos, de arropo colectivo y de pistas para seguir el camino que han recorrido durante décadas.
Durante las 4 horas que duró el encuentro, compartimos las preocupaciones: la militarización, la violencia, la desigualdad, la guerras mundiales, el genocidio, el despojo de territorio y el cambio climático; nuestras formas de resistencia y nuestras esperanzas para el futuro. Porque si algo es seguro, es que entre las derrotas no podemos aceptar la pérdida de esperanza. Después de todo, es la base a través de la cual encontramos energía para construir ese mundo donde quepan otros mundos.
@pormxhoy






