A partir de 2006 se destina una pequeña parte del presupuesto del país para subsidiar la realización de acciones municipales y estatales que propicien un desarrollo urbano sustentable en las zonas metropolitanas del país, a través del Fondo Metropolitano , que permite financiar y ejecutar estudios, planes, evaluaciones, programas, proyectos, acciones y obras de infraestructura, ya sean nuevos o en proceso, que promuevan el desarrollo regional y urbano con una adecuada planeación del ordenamiento territorial; impulsen la competitividad económica, sostenibilidad y capacidades productivas de las zonas metropolitanas.

El Fondo Metropolitano es un instrumento que promueve la adecuada planeación del desarrollo urbano y regional, el mejoramiento del transporte público y la implementación de una movilidad no motorizada, el ordenamiento del territorio, así como la consolidación urbana y el aprovechamiento óptimo por las ventajas competitivas del funcionamiento regional, urbano y económico del espacio territorial de las zonas metropolitanas.

Dentro del esquema de financiamiento de los estados y municipios el Fondo Metropolitano es un programa central que permite el desarrollo de proyectos e inversión. Es además un tema en la agenda gubernamental e instrumento de política pública local.

En otras palabras, los recursos de Fondo Metropolitano se han convertido en un incentivo, con los que cuentan los municipios, para coordinarse entre sí y entre estados, a fin de realizar obra pública e infraestructura metropolitana de gran envergadura que difícilmente podrían construir por su cuenta.

Frente a este escenario, se debe transformar la visión del desarrollo urbano con el reconocimiento de las zonas metropolitanas como espacios que comparten necesidades, problemáticas y soluciones, así como entender al Fondo Metropolitano como una fuente de financiamiento alternativa, y en ocasiones única para algunos municipios.

El Fondo Metropolitano tuvo una primera asignación de 926.5 millones de pesos en 2006, y alcanzó un incremento exponencial hasta el 2016 cuando llegó a 10 mil 400.2 millones de pesos, que en mucho ayudó al desarrollo de las diferentes Zonas Metropolitanas, que pasaron de ser una en 2006, a 74 en 2018.

Lamentablemente, la percepción sobre la importancia del desarrollo de las zonas metropolitanas y su impacto en el desarrollo regional, ha cambiado, restándoles importancia. Han venido disminuyendo sus recursos, ya que, por ejemplo, en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) de 2019, tuvo un incremento del 0.95 por ciento, con un Fondo de 3,300 millones de pesos y en 2020, el Ejecutivo Federal propone un Fondo con cero crecimiento, lo que lo hace insuficiente para estimular la cobertura de servicios en las 74 Zonas Metropolitanas del país.

Tenemos que destinar montos de recursos al Fondo Metropolitano del orden de los niveles que tenía en 2015 o 2016, pues eso permitiría que su impacto se vea reflejado en la atención de la demanda de servicios y de sus problemáticas.

Alternativa: Los graves problemas que padecen las zonas metropolitanas demandan que la Cámara de Diputados contemple recursos suficientes para incentivar el desarrollo de las ciudades, mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, mantener un medio ambiente sustentable, y elevar la calidad y eficiencia de la infraestructura urbana.

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