En este espacio le contamos el 1 de julio pasado que Ana García Vilchis convirtió la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador en un show de humor involuntario, gracias a la sección “Quién es quién en las mentiras de la semana”. Pues bien, en esta ocasión pasó de las bromas y el pastelazo al ridículo. Una vez más doña Ana intentó desmentir sin éxito varias notas verdaderas, incluyendo una de primera plana de , en la que nuevamente utilizó el aplastante argumento de que la información es falsa porque lo dice el gobierno y se acabó. Pero además, criticó un tema de portada del diario Reforma diciendo “no es falso, pero se exagera”. ¿Pues en qué quedamos? Ahora la Presidencia no solo va contra las noticias falsas, sino también contra las verdaderas, que alguien le dé un calmante a la presentadora del reporte, pues con los nervios ya no sabe si son falsas, verdaderas, exageradas, negativas, positivas, o qué cosa. El  ridículo que hace la diputada suplente de Morena García Vilchis daría risa, si no fuera un ataque más a la libertad de expresión.

El negociazo de la Mañanera

Y ya entrados en , luego de la sección cómica, viene la sección comercial. Nos dicen que quienes agradecen más este ejercicio diario del presidente Andrés Manuel López Obrador son algunos youtubers y blogueros que hacen un negociazo con la conferencia de prensa. En varias ocasiones le hemos hablado de estos personajes que con sus “preguntas” ayudan a agilizar gestiones de asociaciones, sindicatos y demás. A veces, estas “ayuditas” son muy sutiles, pero otras no lo son tanto, como la de ayer cuando un youtuber, de plano, le pidió al Presidente que les pagara a unos ejidatarios de Chihuahua sus terrenos por los cuales, aseguran, no recibieron indemnización del  gobierno federal de 1992. “Dos recordatorios o exhortos, presidente. Aquí más o menos año y medio yo le planteé la situación de más de un centenar de campesinos en Creel. Usted dijo que los atendería el entonces secretario de Hacienda, Arturo Herrera… la situación no se resuelve, presidente déles una solución, págueles las tierras que gobiernos anteriores invadieron y que siguen teniendo esperanza en usted”, dijo el “periodista” al mandatario. Alguien en estas conferencias suele decir con frecuencia que lo que no suena lógico, suena metálico.

Una buena noticia para Tomás Zerón y Andrés Roemer

Ayer, nos comentan, el gobierno de   recibió una petición por parte de Israel. Los ministros de Defensa y Relaciones Exteriores israelíes convocaron a embajadores de los países miembros del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, entre ellos México, para pedirles que condenen y pongan un coto al terrorismo y la agresión de Irán en la región. México no ha sido un país que haya ido en concordancia con Israel en sus intenciones de condena, así que nos dicen que  este caso tampoco será la excepción. Desde luego, una potencial negativa mexicana no hará infelices a todos, pues el exdirector de la Agencia de Investigación Criminal Tomás Zerón y el señor Andrés Roemer, ambos solicitados a Israel en extradición, el primero acusado de ocultar pruebas y torturar testigos en el caso Ayotzinapa y el segundo por violación, seguro celebrarán que la cooperación México-Israel no esté pasando por su mejor momento.

El tema más urgente a resolver

Dentro de la bancada de Morena en la Comisión del Congreso de la Unión, nos dicen, están a la espera de la reacción del Poder Ejecutivo respecto al acuerdo avalado para reivindicar la imagen de la Malinche en la historia oficial y construirle un monumento a manera de desagravio. Senadoras morenistas por , como Ana Lilia Rivera y Jesusa Rodríguez, empujaron el tema. Nos dicen que quizá las legisladoras se queden sin respuesta, pues aseguran que algunos en Palacio Nacional  consideran que revalorar a esta mujer indígena que apoyó la invasión es ir contra del discurso que exige que España se disculpe. Como verá usted, mientras a algunos ciudadanos en el país les preocupa la pandemia, el desempleo, la inflación, la inseguridad, y algunos otros temas menores, las legisladoras morenistas se ocupan de resolver los problemas verdaderamente importantes de la República.