Nos cuentan que a unos días de las elecciones para gobernador en seis estados, legisladores de oposición apenas están pensando cómo contrarrestar lo que consideran un abuso sistemático de funcionarios del gobierno federal. Resulta, dicen, que las reglas electorales por las que tanto luchó el lopezobradorismo son de hule ahora que están en el poder. Pero, nos hacen ver, ha surgido lo que se ha dado en llamar “efecto Alito”, el cual provoca que muchos opositores decidan mejor mantener en bajo perfil su indignación, no vaya a ser que desde el poder les saquen unos audios, videos o expedientes que los pongan en aprietos, como le pasó al líder priista Alejandro Moreno. Así que, nos comentan, por ahora las llamadas “corcholatas” de Morena podrán seguir haciendo campaña sin mayor preocupación. Quizá por eso Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López —en sus ratos libres y sin cobrar, faltaba más—, se dejaron ver este sábado muy sonrientes en Aguascalientes con la candidata de su partido. Marcelo Ebrard se guardó ayer, pero nos aseguran que no fue por temor a sanciones, sino para preparar la participación de México en la Cumbre de las Américas.

Guardia Nacional contra ratas, cucarachas, chinches…

En este espacio dimos cuenta hace unas semanas de que la Presidencia aprobó un presupuesto de 370 mil pesos para exterminar a las ratas de cuatro patas que hay en Palacio Nacional. Nos hacen ver que la Guardia Nacional no se quiso quedar atrás y tiene todo listo para dar el fallo la próxima semana sobre la entrega de un amplio contrato para acabar con ratas, ratones, cucarachas, polillas, chinches y demás alimañas que al parecer infestan edificios, bodegas, hangares y cuarteles de ese cuerpo de seguridad en todo el país. Nos hacen ver que seis empresas presentaron propuestas económicas para obtener la encomienda y la asignación presupuestal que, nos adelantan, es de varios cientos de miles de pesos. ¡Al carajo con la fauna nociva!, parece ser ahora la consigna.

Malos datos en seguridad no detienen las campañas

Nos cuentan que en Palacio Nacional cayeron como balde de agua helada los datos de la semana en materia de seguridad y no fue casualidad que en Culiacán, Sinaloa, el presidente Andrés Manuel López Obrador haya estallado contra los críticos de su estrategia de “abrazos, no balazos”. El martes se registraron 118 víctimas de homicidio doloso en el país, la segunda cifra más alta del sexenio para un día. El miércoles hubo una masacre de once personas y por lo menos 5 ejecuciones en ataques armados en Celaya, Guanajuato. El jueves se dio a conocer el reporte de violencia contra las mujeres, en el que siete delitos aumentaron en el primer cuatrimestre. Así que, nos cuentan, mientras a la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, y al subsecretario, Ricardo Mejía Berdeja, sus fans de Morena los apuntaban para aventuras electorales en la Ciudad de México y en Coahuila, respectivamente, al mandatario no le quedó más que recurrir al viejo expediente de arremeter contra los críticos, llamarlos “cretinos, desinformados e hipócritas” y acusarlos de olvidar que Felipe Calderón se “robó la presidencia” y le declaró la guerra al narco.