Antes de decidir lo que piensan de los mensajes de un candidato o candidata los votantes deciden qué piensan de él o ella como persona.
Por eso, el debate entre los candidatos a Jefe de Gobierno no solo enfrentó sus palabras, sino también una serie de elementos que impactan la imagen que el público se forma de ellos.
¿Qué percepción buscaba generar cada candidato en los votantes y qué tanto lo logró?
Santiago Taboada
Taboada se enfocó en mostrarse como una persona eficaz y capaz de dar resultados.
Por eso adoptó posturas corporales muy expandidas como abrir ampliamente los brazos y colocar las manos a los lados sobre la mesa a más de 25 centímetros del área de su tórax.
Este tipo de posturas suelen ser interpretadas como muestras de seguridad y autoconfianza.
Mostrar autoconfianza es clave en un debate porque los votantes quedan abrumados por el mar de ataques y argumentos y consideran la autoconfianza como signo de credibilidad.
Para mostrar autoconfianza dirigió más veces y durante más tiempo la mirada hacia Clara Brugada cuando la atacaba y también mantuvo fija la mirada en clara más tiempo cuando ella lo atacaba.
Sin embargo, su exhibición de eficacia recibió un duro golpe luego de mostrar 4 recipientes con agua turbia, pues Brugada respondió rápidamente mostrando una botella de “Agua Clara”.
Parecía que Clara sabía que se iba a presentar ese ataque y estaba lista para responder a él.
Clara Brugada
Justo esta respuesta rápida permitió a Clara Brugada mostrar que es capaz responder de forma contundente a los ataques de su principal oponente.
No solo respondió bien, sino que presentó un buen número de ataques que hicieron difícil para la audiencia recordar los que Taboada le había lanzado.
Brugada logró presentarse como la “campeona vigente” que puede tener algún problema en algún “round”, pero que al final terminará ganando la pelea.
En general su voz se escuchó más ronca de lo habitual y por momentos se presentaron disfonías como los coloquialmente llamados “gallos”.
Esas alteraciones en el tono de voz normal o subidas repentinas y momentáneas hacia tonos agudos, pueden ser problemáticas porque suelen ser percibidas como signos de descontrol en el manejo de sus propias fortalezas.
Salomón Chertorivski
Chertorivsky buscó presentarse como el experto que tiene más conocimiento que sus rivales y por ello el más apto para solucionar los problemas de la capital.
Buscó generar un contraste entre él como quien domina las propuestas y soluciones, y los otros dos candidatos que se concentran en atacarse mutuamente.
El efecto contraste es una importante herramienta de persuasión que puede hacer que algunos votantes, cansados de pleitos entre candidatos, consideren darle el beneficio de la duda.
El problema es el exceso. Hizo largas enumeraciones de propuestas y terminó siendo víctima del efecto dilución.
Este efecto se presenta cuando la fuerza de un argumento sólido se pierde o diluye al agregar más y más argumentos.
En este caso hubiera sido mejor para él seleccionar una o dos propuestas, presentarlas con fuerza, en vez de diluir la fuerza de sus mejores ideas agregando más y más propuestas.
El duelo de espejos se mantiene firme en competitividad por la Ciudad de México entre Taboada y Brugada.
A pesar de improperios y dardos retóricos, fue un debate más íntimo y menos riesgoso para la producción técnico medial de su proyección.
Pero el tema crítico es que desde el mismo manejo de su imagen, emociones dominantes y duelo de competencias/atributos en tensión y confrontación estrecha, confirma que las candidaturas punteras, en la nueva o el nuevo Jefe de Gobierno, no garantizan a las y los capitalinos un mejor futuro para la Ciudad de México.
