Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Futbol, ha sido suspendido de su cargo durante 90 días por besar en la boca a la futbolista Jenni Hermoso durante la ceremonia de premiación del equipo. Las españolas hicieron historia al ganar la final de la Copa Mundial, pero ese triunfo ha quedado opacado por el escándalo detonado por el directivo.

Ya se daba por hecho que el viernes pasado Rubiales renunciaría, sin embargo sorprendió a todos con el anuncio de que no piensa dimitir. Aseguró sin rubor que se trató de un beso “mutuo y consentido” y calificó lo que él está viviendo como “un asesinato social” del que aseguró se defenderá en tribunales.

Lo que pasó en la euforia de la celebración no fue consensuado. Apenas unos instantes después de que ocurriera el beso, se escuchó en una transmisión de redes sociales a Jenni Hermoso decir: “pero ¿qué hago yo? No me ha gustado.”  Aun cuando en ese momento se escuchaba más emocionada por el resultado en la cancha, que indignada por lo sucedido, la frase que pronunció deja claro que no hubo consentimiento. Sin embargo, luego de que el directivo asegurara que fue un acto consensuado, Jenni fue aún más contundente y respondió en un comunicado que “en ningún momento” consintió el beso que recibió en la boca.

No solo fue el beso. Rubiales tuvo que disculparse también por tocarse la entrepierna y hacer una señal obscena cuando celebraba el triunfo a unos metros de la Reina Letizia y de su hija. “Me emocioné muchísimo hasta el punto de perder el control y llevar las manos allí. Hice las señas de tú y de ole tus huevos. Pido disculpas a su majestad la Reina y a la Infanta, a la Casa Real y a todo el que se haya sentido ofendido. Nunca me había comportado así, la emoción era grande y todo lo que habíamos sufrido era mucho. Perdón, no me justifico”, dijo ante los medios de comunicación.El tipo oscila entre disculpas y nuevos agravios. Por lo pronto ha dicho que es víctima del “falso feminismo”, que hay otros intereses detrás del descrédito y que buscará acciones legales en contra de Jenni. El gobierno de España ha reprobado la actitud de Rubiales y su caso ya es analizado por la FIFA.

Aún no está claro que pasará con él. Por lo pronto, el asunto ha puesto en el centro del debate algo que va más allá del futbol: la normalización de la violencia machista. ¿Cuántos besos se han dado sin consentimiento, pero lejos de las cámaras que sirven como denuncia? ¿Cuántas señas obscenas han pasado inadvertidas porque no estaba presente la realeza? ¿Cuántas mujeres hemos callado por miedo a las represalias de alguien poderoso?

Jenni Hermoso, por su parte, ha recibido el respaldo del resto de las futbolistas. Juntas emitieron un comunicado en el que piden “cambios reales, tanto deportivos como estructurales”. En el texto plantean que su objetivo es “trasladar este gran éxito a generaciones posteriores.” Dijeron que no jugarán para España mientras Rubiales siga en el cargo. Una reacción grupal inspiradora, poderosa y muy esperanzadora.Hoy las españolas nos enseñan la vía para frenar los agravios de siempre: si vamos juntas en la defensa de nuestros derechos, nada ni nadie nos detiene.

@PaolaRojas

Suscríbete aquí para recibir directo en tu correo nuestras newsletters sobre noticias del día, opinión, y muchas opciones más.