Por más cansados que estemos de algunas cosas que suceden en el país, por más distinta que sea nuestra ideología política y por más que a veces quisiéramos manifestar nuestra frustración ante muchas situaciones, la violencia nunca será la solución.

En las últimas semanas, tan cerca de las elecciones, se han incrementado los ataques a candidatos para distintos cargos y de diferentes partidos. Algunos, incluso, han sido mortales y eso por supuesto que no nos ayuda como sociedad.

No quiero tocar el tema para politizarlo y llevarlo solamente por el ángulo de que pueden ser cuestiones meramente políticas, aunque es cierto que algunas de las agresiones han venido de seguidores de un partido al candidato de otro.

Quisiera abordar esto que sucede como una oportunidad para encontrar en la tolerancia a las ideas e ideologías, uno de los caminos para reforzar la democracia. Es cierto que muchos estamos cansados de que lo que se habla en las campañas quede en promesas, pero eso no da derecho a que el reclamo vaya más allá de la exigencia al servidor público y su labor.

Como en todos los actos para tratar de resolver un conflicto, la manera en que lo hagas siempre será un reflejo de tu educación y nivel de conciencia social. Y no podemos normalizar el responder violentamente ante una discusión, o pretender justificar que se reaccionó de cierta manera porque ya no había otra solución.

Sobre todo en cuestiones de política y en el tema de las elecciones. La única manera de reaccionar ante la diferencia de ideologías siempre será el voto. Ni los gritos ni los golpes, y mucho menos ataques a los candidatos.

Hoy como sociedad también nos toca hacer eso, por más frustración acumulada que exista ante lo que quisiéramos en nuestra alcaldía, municipio, estado o país. Todos queremos lo mejor para México, pero no podemos pensar que vamos a ayudar a encontrar ese buen camino, reaccionando agresivamente ante lo que no nos gusta.

He leído en muchas ocasiones que es un reflejo de lo que se vive hoy en México, pero esa también es una manera de justificar una mala acción y es igual de reprobable que todo aquello contra lo que luchamos y quisiéramos que mejore.

Ante estas acciones, las autoridades deben actuar de inmediato y castigar conforme a la ley, para poner un precedente de que el camino de la violencia será castigado. Ya lo he mencionado antes, en estos momentos México necesita que su gente mantenga la calma, analice lo que ve y escucha de sus candidatos para tomar una decisión, aunque sin pensar que solamente a quienes se elija nos van a resolver la vida, sin que nosotros como sociedad aportemos lo que nos corresponde.

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