Hoy en día cuando elegimos una prenda de vestir más allá de enfocarnos en la fabricación y el material del que está compuesto nos fijamos en el precio, la funcionalidad, si se plancha o no o simplemente si en verdad nos gusta porque está de moda.

Aunque esto es muy común y para muchos es lo básico al momento de comprar ropa nueva, para las generaciones anteriores a la nuestra era muy diferente. En la época de los años 60 y 70 el usar una prenda iba más allá de lo superficial.

En aquellos tiempos un requisito indispensable para comprar algo nuevo era encontrar una buena relación entre calidad y costo. El precio de esas prendas debía asegurar que habían sido fabricadas garantizando su durabilidad y comodidad.

No sin un toque de humor, esta marca promocionaba minifaldas que no se encogían gracias a su confección en fibra acrílica. Colección Villasana.
No sin un toque de humor, esta marca promocionaba minifaldas que no se encogían gracias a su confección en fibra acrílica. Colección Villasana.

Vanessa de la Rosa, experta en temas de publicidad de otras décadas, dice que como evidencia de estas ofertas están los anuncios publicitarios que por varios años se enfocaron no solo en mostrar una prenda atractiva, sino que hablaban de su composición, los beneficios del tipo de fibra y el estampado que tenían.

Además, con el paso de los años la sustitución de fibras naturales por sintéticas fue necesario e inevitable en la industria de la moda, sin perjudicar la funcionalidad, calidad o estatus de las prendas nuevas que salieran al mercado.

Ella afirma que las marcas en aquellos años “se desvivían por dar con lujo de detalle un informe completo sobre la nueva era en el mundo de las telas para convencer a las personas que una tela de algodón contra una de poliéster, lycra, delcron, cristal, nylon o fibra acrílica tendrían mínimas diferencias y múltiples ventajas por ser nuevas, innovadoras y tecnológicas, incentivando a la sociedad a comprarlas y usarlas.

En pleno 2023, resulta difícil imaginar que alguien desconozca las cualidades de la lycra. Hace cincuenta años, en cambio, no estaba de más explicar que ésta sigue la forma del cuerpo y permite moverse con libertad. Colección Villasana.
En pleno 2023, resulta difícil imaginar que alguien desconozca las cualidades de la lycra. Hace cincuenta años, en cambio, no estaba de más explicar que ésta sigue la forma del cuerpo y permite moverse con libertad. Colección Villasana.

Coloridos estampados sobre telas de nylon y terlenka

Con la aparición de las nuevas telas y ante una sociedad moderna que se rehusaba a modificar sus hábitos de vida, la industria cambió sus estrategias para lograr que su labor de convencimiento tuviera éxito, pues entonces muchas personas consideraban de menor calidad y estatus usar una prenda de tejido sintético que una de fibra natural.

De la Rosa nos relata que las campañas publicitarias usaban recursos incluso de otras culturas como por ejemplo, la árabe bajo lemas como “los jaques saben lo que traen y utilizan la lana para protegerse del calor y de las bajas temperaturas, la marca y tela que ofrece garantía y calidad” para asegurar a las personas que este tipo de tejido era el mejor y que obviamente venía recomendado por un experto en el tema.

Hoy las lavadoras y secadoras, así como los negocios de lavandería y tintorería, facilitan aspectos de la vida diaria que en los setentas había que tener en cuenta sin falta. Por eso usaban un pescadito para anunciar lana que no perdía su forma al lavarse. Colección Villasana.
Hoy las lavadoras y secadoras, así como los negocios de lavandería y tintorería, facilitan aspectos de la vida diaria que en los setentas había que tener en cuenta sin falta. Por eso usaban un pescadito para anunciar lana que no perdía su forma al lavarse. Colección Villasana.

Existía mercado para todo tipo de clientela, con marcas que apoyaban y glorificaban los tejidos sintéticos y aquellos que aseguraban que lo mejor siempre era usar tejidos de fibra natural pero, al final, la última decisión la tomaba quien compraba.

“De las composiciones sintéticas más populares de aquellos tiempos y que aún encontramos hasta nuestros días teníamos las prendas hechas de nylon que aseguraban suavidad, ligereza, comodidad y frescura, o las que estaban constituidas por terlenka que ofertaba ser una fibra versátil que no requería plancharse, manteniendo siempre los colores de la tela vivos, sin importar el número y la forma de lavadas que le diéramos a la ropa”, recuerda Vanessa.

Otro material de la época es la lycra que prometía formar una mejor silueta, sin perder su forma no importa qué tanto se estirara, dando mayor apertura a los movimientos y la sensualidad de la mujer de la época sin mucho esfuerzo y, obviamente, con comodidad, feminidad y elegancia.

Corte sencillo y uso práctico era lo que buscaban las mujeres que querían lucir juveniles y modernas entre los sesentas y setentas. La idea era que accesorios simples como un cinturón o una bufanda le dieran el toque chic al conjunto. Colección Villasana.
Corte sencillo y uso práctico era lo que buscaban las mujeres que querían lucir juveniles y modernas entre los sesentas y setentas. La idea era que accesorios simples como un cinturón o una bufanda le dieran el toque chic al conjunto. Colección Villasana.

Este tipo de textiles hicieron su aparición por primera vez con coloridos estampados y patrones combinables que con casi nada armaban todo un conjunto para lucir chic y a la moda; dichas innovaciones poco a poco conquistaron el corazón de las mujeres y aún más de las jóvenes que buscaban vestir al último grito de la moda.

Promocionando así “con tambores y redobles” la llegada de las nuevas prendas para la nueva mujer versátil y moderna, mostrando en exceso las múltiples ventajas al comprar estos productos qué, en efecto, no se arrugaban, eran de fácil lavado, se secaban rápido, eran sumamente duraderas y por ende no se tenían que planchar o someter a varios procesos para mantenerlas en buen estado.

Todo esto marcó un antes y un después en la industria de la moda y en lo práctico que podía ser vestir así sin mucho esfuerzo.

Las telas “con fondo” aún se pueden encontrar, aunque ya es más usual verlas en almacenes especializados para costura y confección. Colección Villasana.
Las telas “con fondo” aún se pueden encontrar, aunque ya es más usual verlas en almacenes especializados para costura y confección. Colección Villasana.

La publicidad de ropa más ceñida al cuerpo, imagen progresista

En los anuncios de las revistas de la época se alcanzaba a leer: luzca impecable para cualquier ocasión, sus niños y usted amarán esta nueva tela que no se desgasta, es resistente y no se plancha, conjuntos de lycra con un bajo costo y al alcance de casi todas las mujeres, sin necesidad de pagar mucho dinero para tener clase, estilo y moda.

Pues no solo se trataba de ofertar prendas comunes con productos mejorados, sino que también se innovó en el diseño del tipo de conjuntos, presentándolos con llamativos estampados que resultaban mucho más atractivos y cálidos a la vista; además de la idea que al adquirir una de estas novedosas prendas se entraría de lleno a la nueva y revolucionaria moda para la mujer moderna de los sesenta.

La industria textil comenzaba a dejar atrás la época en que sólo horas de planchar dejaba presentable la ropa de todos en casa, con la innovación de las que conservaban sus plisados, sin necesidad de cuidados especiales. Colección Villasana.
La industria textil comenzaba a dejar atrás la época en que sólo horas de planchar dejaba presentable la ropa de todos en casa, con la innovación de las que conservaban sus plisados, sin necesidad de cuidados especiales. Colección Villasana.

Esta tendencia no solo llegaría a las prendas externas, sino también en la ropa interior para mujeres o para cama causando una revolución no solo de comodidad, inclusive tenía que ver con sensualidad y una nueva manera en cómo las mujeres se relacionarían consigo mismas, a través de la ropa más ceñida al cuerpo.

La aparición de fajas y sostenes que ofrecían poder lucir una mejor figura y estilo hasta en la vida íntima ya era una realidad, alimentando la imagen de la mujer progresista, atrevida, divertida y libre que ahora se permitía usar más y nuevas cosas a raíz del cambio de ideología.

Algunas novedades eran más sutiles, como los colores para prendas íntimas femeninas. Colección Villasana.
Algunas novedades eran más sutiles, como los colores para prendas íntimas femeninas. Colección Villasana.

Los famosos estampados y la moda multicolor

Para Vanessa, con estos nuevos materiales se abría toda una gama para combinar, a través de conjuntos con minifalda y chalecos o blazer a juego, así como el atreverse a vestir con un colorido y exagerado estampado.

También podía usarse una pantiblusa, antecedente de lo que hoy conocemos como bodys, que permitían llevar una blusa ceñida al cuerpo sin preocuparse porque quedara floja o requiera llevar uno que otro ajuste para verse perfecta.

Una vibra que marcó un antes y un después en la moda de los años setenta y que hasta nuestros días sigue siendo referente en la memoria de muchos cuando hablamos del vestir en aquella época.

Entre las curiosas ideas de la moda de los sesentas y setentas figura la pantiblusa, que como su nombre lo dice, era una prenda que iba desde la zona íntima hasta cubrir todo el torso. Colección Villasana.
Entre las curiosas ideas de la moda de los sesentas y setentas figura la pantiblusa, que como su nombre lo dice, era una prenda que iba desde la zona íntima hasta cubrir todo el torso. Colección Villasana.

Por primera vez las tendencias se enfocaban en la comodidad, la practicidad y la sensualidad pero, sobre todo, al “amor y cuidado por una misma y es que no es un secreto para nadie que por años las mujeres decidían su tipo de vestimenta con base en el juicio social al cual debían de ser sometidas cuando portaban una prenda, pero ahora todo era diferente, la elección de cómo vestirse era por decisión propia y no por las circunstancias o ´el qué dirán´ “, considera la entrevistada.

Había mayor apertura y diversidad en el tipo de productos, unos más atrevidos y otros más recatados, pero siempre con la seguridad de que por primera vez existía una verdadera elección al momento de decidir qué ponerse, sin restricciones e incomodidades.

Los cambios de ideología al vestir

Con el paso de los años, en el mercado empezaron a escasear las prendas de buena hechura o de alta calidad, como decían las personas que se rehusaban a cambiar su clóset con los nuevos textiles, haciendo que estas antiguas telas elevarán su costo y se volvieran más exclusivas y difíciles de conseguir.

En la década de 1960 y 70 a última moda eran los pantalones acampanados para hombre y para mujer. En esos tiempos costaban 119 pesos. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
En la década de 1960 y 70 a última moda eran los pantalones acampanados para hombre y para mujer. En esos tiempos costaban 119 pesos. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.

Sin querer, se obligaba a quienes no tenían las mismas posibilidades de comprar productos de textiles genuinos a popularizar y comprar los tejidos que en algún momento disgustaron mucho a la sociedad y así se normalizó la llegada y permanencia de los textiles sintéticos.

Con el pasar de los años la aceptación por este tipo de materiales y tendencias fue aumentando y poco a poco se volvió más común ver este tipo de tejidos a base de polyester y otros componentes en casi cualquier lado.

Descartar la idea de planchar en cada uso y la posibilidad de conservar tu ropa como nueva por largo tiempo era la oferta de telas como el poliéster, que hoy damos por sentado al entrar a un supermercado o tienda de ropa. Colección Villasana.
Descartar la idea de planchar en cada uso y la posibilidad de conservar tu ropa como nueva por largo tiempo era la oferta de telas como el poliéster, que hoy damos por sentado al entrar a un supermercado o tienda de ropa. Colección Villasana.

Las telas siguen cambiando, pero la moda siempre regresa

Esta revolución trajo de la mano nuevas composiciones que incluyen hoy en día hasta PET reciclado con diversos estampados y composiciones sumamente atractivos para más de una persona cambiando la mentalidad y quitando el foco de atención del cliente de cómo estaba compuesto un textil a qué tan bonito, práctico, de bajo mantenimiento y funcional puede llegar a ser una prenda.

Aunque no lo imaginemos este tipo de conversaciones todavía son vigentes entre las familias, sobre todo entre las mujeres quienes al pertenecer a diferentes generaciones todavía se cuestionan y debaten cuáles son los mejores elementos que se deben de evaluar en la ropa para considerar que una buena prenda en verdad lo es.

Con los nuevos materiales textiles, la moda comenzó a tener más variedad de colores y texturas. Para 1970 la principal oferta de ropa “a la moda” tenía estampados coloridos con motivos psicodélicos. Actualmente, las tendencias están retomando el estilo colorido con estampados que alguna vez fue moda en los años 60 y 70. Foto tomada el 26 de diciembre de 1967. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Con los nuevos materiales textiles, la moda comenzó a tener más variedad de colores y texturas. Para 1970 la principal oferta de ropa “a la moda” tenía estampados coloridos con motivos psicodélicos. Actualmente, las tendencias están retomando el estilo colorido con estampados que alguna vez fue moda en los años 60 y 70. Foto tomada el 26 de diciembre de 1967. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.

Hoy en día muchos de los tejidos ya son sintéticos; sin embargo, aún es vigente el mercado de los productos vintage que definen el valor de las prendas por la duración, originalidad y su composición.

Este tipo de lugares, a los que más de uno aun acude con la esperanza de encontrar moda duradera y de una mejor calidad como era la de antes, se han vuelto más populares con el paso de los años y cada vez es más común escuchar historias de personas que son partidarias de esta tendencia.

Diversos modelos infantiles presentados en el concurso para los mejores diseñadores del año en moda para niños. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.
Diversos modelos infantiles presentados en el concurso para los mejores diseñadores del año en moda para niños. Foto: Archivo EL UNIVERSAL.

Las percepciones alrededor de este tema son varias, lo importante a recalcar es que, al final, todas giran en torno a la moda y en el comprar de forma consciente tomando en cuenta los materiales, costo, la duración, la belleza, estética y calidad.

Otro factor es que la moda regresa, se reinventa, gracias a eso las nuevas generaciones tienen la oportunidad de conocer productos que quizás algún día usaron sus padres o abuelos.

Esta posibilidad permite romper brechas generacionales y algunas veces hasta se heredan diseños de la tía, la mamá o de alguien importante adaptándolas a las nuevas tendencias; es por ello que una prenda trasciende épocas y que la moda va más allá en la ropa, pues casi de forma inconsciente define identidades o etapas sociales, pues cada década tiene un sello característico cuando de estilos se trata.

Años 60.  Jóvenes de compras en el centro histórico de la ciudad de México mientras algunos estudiantes corren presurosos sobre la calle. Como se aprecia en la foto, la moda femenina de la década de 1960 eran las faldas y conjuntos con patrones. Foto: Archivo El Universal.
Años 60. Jóvenes de compras en el centro histórico de la ciudad de México mientras algunos estudiantes corren presurosos sobre la calle. Como se aprecia en la foto, la moda femenina de la década de 1960 eran las faldas y conjuntos con patrones. Foto: Archivo El Universal.
  • Fuentes:
  • Entrevista con Vanessa de la Rosa, especialista en publicidad de décadas pasadas.
  • Revistas: Kena, Claudia, Dos, Nocturno y Buenhogar.
  • Especial de moda en El Estadio Olímpico de Ciudad Universitaria.
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