El Día Internacional de la Mujer se reivindica cada año como el marco ideal para poner el foco sobre las deudas que la sociedad y la política mantienen sobre la equidad de género y la erradicación de las violencias contra las mujeres.

En este año, el contexto electoral y las campañas a la presidencia le debería dar un tono propositivo a la discusión en torno al 8M, más por el hecho de que es la primera vez en la historia, que una mujer ascenderá a la presidencia de la República. Además, tendremos el 1ero de octubre dos poderes lidereados por una mujer, la SCJN por la ministra Norma Piña y a Claudia Sheimbaun o a Xóchitl Gálvez como presidenta. Esto permitiría suponer que se abrirán nuevos horizontes de lograr nuestro objetivo: un país de iguales.

Pero ¿es suficiente una mujer presidenta para erradicar las violencias contra las mujeres? No, depende del presupuesto y de un compromiso verdadero para erradicarlas y cerrar las brechas de desigualdad. Alcanzar la paridad de género exige de la próxima presidenta un compromiso que permee a nivel institucional, social y cultural, veremos.

Vale la pena destacar que la futura gobernante recibirá un país en donde, del total de víctimas de lesiones dolosas, el 54% son mujeres y en el que se presume una diminución de los feminicidios, aunque sabemos de la opacidad de parte de las fiscalías en torno a la clasificación adecuada de este delito.

Además, la violencia física no es el único problema que golpea a las mujeres, también lo es la pobreza y la falta de acceso a servicios de salud y el rezago educativo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala 5 claves para la implementación de políticas de eficaces hacia la equidad y contra la violencia de género: la asistencia a víctimas, las políticas de erradicación de la pobreza, el financiamiento público con enfoque de género, la promoción de una sociedad del cuidado y el apoyo a activistas de género.

En cuanto a las propuestas de las candidatas sobre el tema, ninguna reúne, al menos, los cinco puntos que destaca la ONU. Claudia Sheinbaum señala que su gobierno trabajará para disminuir la brecha salarial y oportunidades. También propone un programa nacional de Abogadas de las Mujeres que trabajarán en coordinación con las fiscalías para dar seguimiento a los procesos impartición de justicia. Señala que va a impulsar el desarrollo de capacidades institucionales en los 3 órdenes de gobierno y en principio, que se investigue cada homicidio de una mujer como feminicidio.

Por su parte, Xóchitl Gálvez se ha referido a la creación de un Sistema Nacional de Cuidados, recuperar programas como el Seguro Popular, estancias infantiles, escuelas de tiempo completo y el programa de salud ‘Médico en tu Casa’. En cuanto a la seguridad, señala que atenderá a las víctimas de violencia y a sus familias a través de la creación del Fondo Nacional de Atención a Víctimas, con especial atención a los hijos de las víctimas. Propone también que regresen los centros de protección, defensa y atención de las mujeres.

Estas propuestas evidencian las áreas estancadas en la materia, pero hasta el momento ninguna ha dicho como implementará politicas transversales y con qué recursos van a erradicar las violencias y la pobreza. Sin recursos todo es ilusión.

La agenda de género debe ser una bandera natural de las candidatas, por lo que en el marco de este 8M la voz más alta será para exigir seriedad sobre el tema. Las candidatas deben saber que las mujeres seguiremos de cerca sus propuestas y en especial sus acciones una vez que una de ellas asuma la presidencia.

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