¿Cuándo terminará la situación actual?:

Es una pregunta que todos nos hacemos diario y en las organizaciones la combinación de la pandemia, la incertidumbre económica y el desazón social contribuyen a una sensación de desilusión y fatiga en el mundo entero.

Por otro lado, como se dice coloquialmente y dándonos cuerda sabemos que es un momento único, para reinventarnos, y ganar espacio en lo que en algunos años pudiera ser la recuperación.

Más que nunca el grado de enfoque en generar nuevas ideas y convertirlas en negocio es mandatorio, la innovación se veía como algo a largo plazo, hoy la pandemia nos las puso como algo prioritario, al entender que las costumbres de los clientes y sus comportamientos ya cambiaron en prácticamente todas las industrias.

Continuar en el negocio implica entenderlas y dar el ritmo correcto en ponerlas en práctica.

¿Cómo creamos el tipo de interacciones y puntos de contacto con clientes que tal vez nunca los veremos físicamente?: ¿Cómo podremos reclutar a nuestros siguientes colaboradores?: ¿Cómo creamos cadenas de valor robustas sin restarles agilidad?

Como principio deberíamos tener la flexibilidad y la velocidad de empresas como Kavac –que fundó y preside Carlos García Ottati -que recién rompió la barrera de los mil millones de valor, logrado en el negocio de los autos usados con un modelo de negocio digitalizado.

Lo que se necesita es apoyarse en una técnica depurada que agilice la consecución de resultados efectivos. En esa línea de pensamiento, no hay reunión de reflexión estratégica en la que, en algún punto de la conversación, no se nos invite a los asistentes a "pensar fuera de la caja".

Esa convocatoria conlleva el tratar de despojarse de ataduras e inhibiciones, puesto que sólo así, se está en mejor disposición para lograr soluciones distintas a las que se pueden ofrecer con la óptica de la sabiduría convencional.

El tema a entender en cómo salirse de la caja, es, cuáles son los bordes que delimitan el contorno, tal vez se trate del conocimiento del grupo; las experiencias previas; las formas convencionales y desde luego el miedo a lo desconocido.

El conocimiento y la experiencia son herramientas de utilidad, ante desafíos dentro de modelos sociales e institucionales conocidos como los que hemos vivido hasta el presente, sin embargo, para ir delineando el ejercicio para los años siguientes será imprescindible afrontar la realidad marcada por nuevos paradigmas, para los que el conocimiento previo pudiera hoy en día, no ser suficiente, tomemos en cuenta en la ecuación los otros dos elementos que determinan el perímetro; los convencionalismos sociales y los propios paradigmas de quienes asumen responsabilidades.

Evaluar si nuestro modelo de negocio; es poco automatizado y con silos de información, con muchos procesos manuales, controles poco eficaces y sistemas fragmentados. O bien, teniendo silos, la automatización es de enfoque transaccional y está ejecutado por departamentos.

Tal vez y más aupados por la época, hayamos avanzado en el uso de la automatización en el comercio electrónico y la integración interna es más alta; sin embargo, existe espacio para aprovechar al máximo la era digital con un enfoque de colaboración y alta eficiencia; multicanales de acceso con los clientes y colaboración con entidades externas que permite definirnos como una organización colaborativa y extendida.

Habría que hacernos las preguntas completas que nos lleven a generar posibles respuestas.

Por ello, será importante estimular el salirse de la caja para proponer caminos distintos, y me cuestiono: ¿Entenderemos que con audacia pudiéramos salirnos de lo habitual para provocar algo diferente?

Hoy que se inicia un año y varios más que se antojan muy complicados, convendría repasar y tratar de responder cuando las reglas del juego son distintas, y así ayudar a nuestros equipos y a nuestro entorno a aprovechar de lo que hoy se conoce como ecosistema.

Crear un mejor futuro juntos, en el que la disrupción del año anterior fue épica, navegar en el tiempo pues, será materia de experimentar, ejecutar y aprender de aciertos y errores e inventarnos un futuro de la organización en la era digital, que con la pandemia se nos vino encima y ya no habrá manera de evitarlo, en esta ocasión o la bebemos o la derramamos, no hay de otra.

Profesor de asignatura del ITAM, Consultor y Consejero de empresas y miembro por varios años del Consejo Internacional de The Strategic Leadership Forum.

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