En el número especial de finales de 2019 un grupo de ejecutivos de diferentes partes del mundo explicaron a Bloomberg Markets los posibles riesgos futuros para la economía y enunciaron entre otros; la complicada relación comercial entre Estados Unidos y China; posibles ataques cibernéticos; fricciones en el comercio internacional y problemas de liquidez; ninguno mencionó el riesgo de una pandemia y que creen, como dice un buen amigo; aquí estamos.

Cada uno requerimos una estrategia para lidiar con ello, vivimos; un cambio de era. Individual y colectivamente, como líderes necesitamos (dentro de la incertidumbre que conlleva el futuro y si nos consideramos organizados) tener armada nuestra manera de confrontar los acontecimientos con todo y la gran incertidumbre.

Tenerla sugiere la habilidad para desde el corto plazo y el escudriñamiento del mediano y largo, aclarar las causas y entender los efectos, en pocas palabras, fortalecer la habilidad de ver el bosque y no sólo el árbol.

Sin ella, lidiar con el futuro parece negligente. En las organizaciones, una de las dos responsabilidades más grandes de la dirección es primero tener claridad en la estrategia; y segundo es ejecutarla haciendo correcciones en el camino cada que sean necesarias.

Una definición la describe como el equilibrio entre fines, caminos y medios; identificar objetivos y también los métodos para lograrlos. El equilibrio requiere no sólo de cómo lograr los fines deseados, sino también cómo éstos los vamos ajustando a la realidad por los caminos disponibles.

Es por eso que va más allá de un plan, pues este último es una secuencia de eventos que nos permite movernos de una situación a otra con certeza. Precisamente surgiría cuando los planes se frustran por la sucesión de factores inesperados, producto de intereses opuestos, como lo es la competencia o eventos externos, como una pandemia.

Su terreno involucra la persuasión y la negociación, así como las amenazas y las presiones, sus impactos psicológicos y los físicos.

En los negocios, las referencias se iniciaron hasta los años setenta del siglo pasado y es a través de la literatura de gestión de empresas que la palabra se ha diseminado, entendiéndose que se trata de convertir una situación dada en un resultado anhelado.

Estamos en tiempos de guerra de salud con graves efectos económicos y la crisis impone nuevas reglas en los hábitos de consumo y en el papel del Estado frente al mercado.

Partir de cero

, es romper con la sabiduría convencional y atreverse a proponer vías alternas que nos permitan convivir con la pandemia mientras el ingenio humano descubra una cura y más aún, una vacuna que la prevenga y nos permita convivir sin el temor del contagio.

Las organizaciones tendrán que repensar dónde y cómo elaborar sus productos y servicios; las cadenas de suministro tendrían que modificarse, para aumentar el grado de confianza en que no dañan la salud de los que las operan y de los que los reciben.

Pensar fuera de la caja y con la página en blanco, apoyados por la digitalización tratando de minimizar el desplazamiento y el contacto humano.

De momento la pandemia vive en el presente y nos agobia, no me las tuesto, perdemos el resuello cada vez que pensamos como resolver el futuro de la economía en general y por supuesto en el nuestro; más nos vale tratar de proponer algunos escenarios para, conviviendo con la enfermedad, regresar a cierta productividad, esta vez poniendo la condicionante de darle tanta importancia a los sistemas de salud pública y privada, como antaño solamente se la dimos, a los sistemas financieros.

La estrategia base cero lo demanda, recordando las primeras líneas de que las responsabilidades más grandes de dirección; es tenerla y la segunda; ejecutarla.

Entendiendo si contamos o no con alguna ventaja competitiva, es importante reflexionar si usted y su organización tienen algún viso de claridad de lo que habría que modificar, proponiendo iniciativas que permitan sobrevivir y no quedar tendido en el campo de la guerra tanto de salud cómo económica, que libramos mundialmente.

Profesor de asignatura del ITAM, Consultor y Consejero de empresas y miembro por varios años del Consejo Internacional de The Strategic Leadership Forum.
Wu 552300 4668

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