No es por intrigar pero Rebecca Jones dejó en orden hasta su propio funeral y cremación. Así de cuidadosa, empática y cariñosa fue la gran actriz. No dejó ningún cabo suelto en ningún renglón de su existencia.

Cuentan sus allegados que la artista supo desde hace mucho tiempo que su recaída por el cáncer ya era irreversible. Ante la condena, decidió rodearse de amor: comía, desayunaba y cenaba en casa con sus amigos incondicionales. También les daba instrucciones sobre lo que deberían hacer cuando llegase la hora de su partida. Con precisión, envió un mail a su amiga, la productora Ana Celia Urquidi, con la orden del día en su funeral: privado, sólo para amigos y familiares, todos de negro, elegantes.

“No me gustaría que me vieran mal, ¡que me recuerden espectacular!”, dijo alguna vez Jones en una cena de cuates, saliendo del teatro de los Insurgentes. Y no podría ser diferente, su trayectoria fue brillante y trascendental, lo merecía.

Nacida el 21 de mayo de 1957 en la Ciudad de México, vivió su adolescencia en Laguna Beach, California, donde estudió Arte Dramático. Debutó en 1982 en la telenovela “El amor nunca muere”, para después completar más de 40 historias capituladas en la televisión mexicana. Desde que regresó a México tras terminar sus estudios en EU, construyó una destacada carrera de más de 30 años de éxitos continuos.

Rebecca fue lo mismo actriz que directora, productora y empresaria de teatro, cine y televisión. No sólo en tierras aztecas, sino también en compañías transnacionales como NBC y Disney. Entre sus trabajos más relevantes se cuentan “El ángel caído” (1985), “Cuna de lobos” (1986), “La sonrisa del diablo” (1992), “Imperio de cristal” (1994), “Para volver a amar”(1910) y “Las malcriadas” (2017), entre otras, siendo la película “Cabo” (2022) su último trabajo, que no logró concluir por motivos de salud.

En cine fueron más de una docena de títulos, como “Gringo viejo” (1984), “El misterio de la trinidad” (1983) y “Tercera llamada” (2013). En teatro fue una delicia, con más de 20 puestas, con títulos como “El coleccionista” (1983), “Tengamos el sexo en paz” (1987), “Rosa de dos aromas” (2000) y “El curioso incidente del perro a media noche” (2014).

Rebecca estuvo casada 25 años con Alejandro Camacho, con quien procreó a Maximiliano Camacho Jones, hoy de 33 años.

Jones no era gente de pesares, quienes la disfrutamos de cerca supimos de sus carcajadas, sus buenas puntadas e inteligentes chistes. Fue una mujer que honró al escenario, vibró con sus emociones y que dejó talento sobrado como recuerdo.

Becky, como la llamaban sus allegados, era reflexiva y protectora. Siempre daba el consejo adecuado en el momento perfecto. Fue esa amiga que llamaba a tiempo para rescatar la duda o la tristeza, como si adivinara que hacía falta luz del otro lado de la línea telefónica; sus palabras eran siempre precisas y oportunas. Se van a extraña las recomendaciones de libros, discos y películas. ¡Y ni que decir de los consuelos en épocas de mal de amores, esos tampoco volverán! Las hermosas orquídeas por toda tu casa, los cálidos abrazos en los reecuentros inesperados… ¡Hasta siempre, adorable Rebecca! ¡Que retumbe el apellido Jones en el mundo de lo eterno! Allá, donde seguro te han dado una cordial bienvenida. Tu legado quedó muy bien respaldado por acá. Descansa en paz, mi querida amiga.

Y para cerrar, unas notitas cortas: Los miércoles en el Nuevo Teatro Versalles se presenta la obra “Bravas y breves de cama”, producción de Alfonso Martínez, Elizabetha Gómez y Gloria Higuera. Se trata de un divertido relato de la lucha del amor propio con desesperanza y pasión. Actúan María Rebeca, Germán Girotti, Diana Navarro, César Santana, Miguel Gutiérrez y Fernanda Núñez. Las formas de amar son tan diversas como las personalidades, los sabores y los colores; ahí está la magia de este texto, perfectamente bien interpretado.

Lamentable la denuncia generada en redes sociales por Melissa Galindo, quien acusa al también cantante Kalimba de abuso sexual. A las víctimas se les debe creer siempre, regla de oro, pero la situación se modifica cuando la presunta agredida cae en imprecisiones que son refutadas con más de 120 pruebas, que asegura tener Kalimba, y que la llevan al callejón de la duda. El resultado es que los abogados del cantante demandaron ya a Galindo por daño moral y económico.  No falta quien, rememorando los acontecimientos de 2011, recalca que Kalimba ya había vivido una acusación similar, cuando fue encarcelado y luego absuelto (por falta de pruebas). Es definitivo que este asunto apenas arrancó y que Melissa se verá obligada a mostrar pruebas o resarcir daños.

PREGUNTA DE LA SEMANA PASADA: ¿Maestra y actriz, quien planea llevar a la pantalla grande la vida de Chavela Vargas?

RESPUESTA DE LA SEMANA PASADA: Adriana Barraza.

PREGUNTA DE LA SEMANA: ¿Conductora a quien ya no la aguantan en Televisión Azteca debido a sus exigencias y malos tratos, aun cuando todavía no arranca grabaciones?

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