Partamos del hecho de que, en la historia de la Tierra, somos uno de los mamíferos más desprotegidos, nuestra masa corporal, velocidad y constitución física nos hacen vulnerables ante otros animales, incluso, con más de 10 kilogramos de peso.

Así define Enrique Ganem “El Explicador”, la situación de los humanos en el planeta, pero también señala que son las herramientas que hemos creado las que nos han permitido conquistar al mundo; consecuencia, de un aspecto más valioso que la fortaleza física: La mayor fuente de nuestro poder está en nuestra cabeza.

Es el cerebro humano; que nos permite comunicarnos en forma rápida y muy sofisticada; enfrentar problemas complejos en forma creativa y, de manera ordenada y lógica, inventar cosas.

Algo que unos jóvenes hidalguenses tienen muy claro y por eso aprovecharon su capacidad y talentos para crear lo que ellos llaman “Coach Set”.

Mario Iván Ortiz Téllez Girón, Brayan Yair Zazueta Pontaza, Adrián Apolonio Vera, Javier Ángeles Gutiérrez, Sergio Zamora Escamilla y su asesora: Sandra Téllez Girón Cabrera, crearon una innovación educativa que llamaremos “Butaca Didáctica”.

Esta valiosa herramienta ya es acreedora de premios en 9 concursos de México y el reconocimiento como el proyecto más innovador en el 35º Encuentro de Jóvenes Investigadores en Salamanca, España.

Hace 2 años que estos jóvenes, cuando cursaban su bachillerato, decidieron diseñar y construir esta butaca con el objetivo de estandarizar la calidad de la enseñanza-aprendizaje en los procesos de educación de mecatrónica, tanto a nivel medio superior como superior.

Esto es relevante porque, a su corta edad y tal vez sin darse cuenta, contribuyen a cumplir con lo que establece el artículo 3o Constitucional, que entre otros, dice que la educación tiene el objetivo de desarrollar armónicamente las facultades del ser humano.

Este es uno de los factores primordiales para el avance y desarrollo tanto de las personas como de las sociedades, ya que dignifica la vida de las personas y genera la divisa de más alto valor en la actualidad: el conocimiento; además de enriquecer la cultura, los valores.

Con la educación se alcanzan mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico; se eliminan las desigualdades económicas y sociales y se propicia la movilidad social.

La educación permite acceder a mejores empleos; eleva las condiciones culturales de la población; amplía las oportunidades de los estudiantes, de los profesionistas, de los padres de familia; fortalece los valores cívicos y democráticos, el Estado de Derecho e impulsa la ciencia, la tecnología y la innovación.

Al ser un derecho humano, clasificado como un derecho social, se considera como uno de los principales igualadores sociales, debe ser accesible para todos, con calidad y equidad. Por ello, la obligación del Estado, es garantizar su acceso y los mecanismos que le permitan hacer valer este derecho.

El estado debe implementar acciones a través de políticas públicas y programas sociales, que garanticen el derecho a la educación, traducida en el acceso, en la calidad, cuerpo docente capacitado, con infraestructura física, y los instrumentos materiales y tecnológicos para hacerla efectiva. Es en este último apartado que entra como anillo al dedo la “Coach Set” o “Butaca Didáctica” para el aprendizaje de mecatrónica.

La mecatrónica es una disciplina avanza exponencialmente y sus aplicaciones van desde el funcionamiento de una lavadora moderna, la apertura automática de la puerta en los supermercados y una línea de producción de autos hasta un robot que se mueve a través de la Inteligencia Artificial o programación en otro planeta del Sistema Solar. De la más sencilla, a la más sublime innovación del mundo.

Esta nueva y mejorada versión de la butaca didáctica es un prototipo que ya cuenta con un sistema de apertura electrónico mediante una tarjeta, algo parecido a lo que vemos en los hoteles cuando vamos de viaje.

Además, tiene 24 módulos electrónicos básicos y fundamentales para hacer prácticas reales de mecatrónica; así como una pantalla táctil de apoyo que se conecta con una aplicación; también desarrollada por estos jóvenes, a través de la cual hay una comunicación eficaz entre el maestro y sus alumnos.

Algo verdaderamente impresionante que tuve el privilegio de ver y operar en persona, un ejemplo del “Ingenio Mexicano” y en este caso, hidalguense, que ya es una marca mundial debido a las grandes aportaciones de México en ciencia y tecnología.

Un ejemplo para todos los jóvenes, y los padres de los jóvenes, de que el éxito no pasa por accidente; es algo que se alcanza cuando actuamos de forma consciente, paso a paso y hacia el objetivo que nos fijamos.

Estos jóvenes, al igual que hace dos años, tienen ganas de ser exitosos, de poner el nombre de Hidalgo y de México bien en alto; ellos buscan trascender e influir en las vidas de otros como ellos, que vieron en la mecatrónica una oportunidad de tener una vida próspera y plena. Y eso es algo que se debe reconocer.

La meta de los jóvenes no sólo es ganar concursos internacionales o nacionales, sino hacer lo posible por que su “Coach Set” o “Butaca Didáctica” llegue a todos aquellos que estudian mecatrónica; además a niños con Trastorno por déficit de atención e hiperactividad o autismo.

Algo verdaderamente valioso en el esfuerzo de estos jóvenes hidalguenses, que a través de su butaca y de lo que han pasado para hacerla realidad, saben que no hay soluciones rápidas, hay que entender que cada parte del sistema debe trabajar para alcanzar la meta todos los días.

Retomemos el artículo tercero de nuestra Carta Magna, pero primero preguntémonos ¿Hacia dónde queremos ir en 10, 15 o 30 años? Porque si lo sabemos, entonces podremos planear hacia allá.

Si queremos en ese periodo de tiempo desarrollar una industria en particular, como la de la mecatrónica, ¿tendríamos la mano de obra para hacerlo?

Tomemos como ejemplo a Singapur, un país que obtiene los mejores resultados de la prueba PISA, un examen estandarizado a nivel internacional que evalúa los sistemas de educación en el mundo; el éxito es su relación muy cercana entre su sistema educativo con los resultados económicos que se quieren alcanzar.

Por ello es vital saber, todos, lo que queremos desarrollar en nuestros jóvenes y darles las herramientas para hacer efectivo el derecho a la educación de calidad.

Qué hacen en Singapur que debemos empujar en México: tener claro el fundamento de que cuando el estudiante se gradúe debe obtener un trabajo. Ya sea como emprendedor por su cuenta o como empleado.

Tanto en ese país, como en México, y esta es la enseñanza, si ninguna de las dos ocurre, entonces, sin duda el sistema falló y cuando habló de sistema me refiero al Gobierno, medios de comunicación, sociedad, padres de familia, maestros y por supuesto, los alumnos.

Entonces, ejercitemos nuestro camino en términos de una de planeación económica hacia el futuro e insistamos en qué industrias, además de la mecatrónica, por ejemplo, son las que deberán tener una formación y un empleo.

Entonces, si preparamos a los niños con competencias científicas y tecnológicas, tendrán un trabajo en su vida adulta, no sólo en México, sino una oportunidad en el mundo. Sólo así la sociedad habrá tenido éxito y el Gobierno garantizado el derecho de los jóvenes a contar con un plan.

Nos queda claro lo que necesitamos alcanzar, adaptarnos a través de herramientas como la butaca didáctica y decidir desde el salón de clase cómo queremos cambiar las cosas.

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