En la última semana ha trascendido el adeudo de agua que México tiene con Estados Unidos, y el expresidente Donald Trump ha amenazado con aplicar aranceles o sanciones si no se cubre el adeudo mencionado. Pero ¿qué dice el Tratado de Aguas de 1944 al respecto? ¿Y cuáles son las implicaciones de la situación actual?

El Tratado de Aguas de 1944, oficialmente conocido como "Tratado relativo al aprovechamiento de las aguas de los ríos Colorado y Tijuana y del río Bravo desde Fort Quitman, Texas, hasta el Golfo de México entre los Estados Unidos Mexicanos y los Estados Unidos de América", es un acuerdo de cooperación entre Estados Unidos y México que define la asignación de agua del río Bravo a los Estados Unidos y del río Colorado a México. Este tratado establece las bases legales para una distribución equitativa del agua entre las dos naciones y creó la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) para resolver conflictos relacionados con el uso, calidad y aprovechamiento de las aguas internacionales en la frontera México-Estados Unidos.

Según el tratado, México entrega a Estados Unidos 2,158.6 millones de metros cúbicos de agua del río Bravo cada 5 años, procedentes de seis cauces que nacen en México: ríos Conchos, San Diego, San Rodrigo, Escondido, Salado y Arroyo de Las Vacas. Por su parte, Estados Unidos entrega a México 1,850 millones de metros cúbicos de agua del río Colorado anualmente, que se aplican principalmente en la agricultura y el mantenimiento del ecosistema de la región del Valle de Mexicali y del delta del río Colorado.

En los últimos 4 años, México solo ha cubierto poco más de 630 millones de metros cúbicos de agua del río Bravo, adeudando 1,520 millones de metros cúbicos. Esto ha generado graves consecuencias económicas para los agricultores estadounidenses en el Valle del Río Grande en Texas, con pérdidas estimadas en aproximadamente 993 millones de dólares anuales. La sequía en México ha sido una de las mayores en los últimos 30 años, lo que ha afectado considerablemente la situación de las presas en todo el país.

La falta de recursos y planeación para hacerle frente a la sequía ha causado que México se encuentre en una situación difícil. Sin embargo, hay varios proyectos de conducción y tecnificación de riego que podrían contribuir a reducir el déficit de agua con Estados Unidos, tales como el acueducto PLHIGON (Planeación Hidrica Golfo Norte) en Tamaulipas o el proyecto de tecnificación y mejor uso del agua en el estado de Chihuahua, dichos proyectos no han visto la luz por falta de recursos y voluntad política. Es fundamental que se tomen medidas para promover el uso eficiente del agua en la agricultura y reducir las pérdidas en las redes primarias.

La situación actual afecta tanto a México como a Estados Unidos, y llega en un mal momento para México. La escasez de agua ha obligado a los agricultores texanos a reducir significativamente sus áreas de cultivo o a cambiar a productos de menor rentabilidad. Además, las afectaciones para México con el cobro de aranceles o peor aun la reducción de las entregas de agua de Estados Unidos a México, podrían traer mayores consecuencias.

Presidente y vocero de Agua en México

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