El mundo se encuentra en un constante movimiento y crecimiento poblacional, acorde a la Organización de las Naciones Unidas, en 1950 la población global alcanzaba una cifra de 2,600 millones de personas, actualmente, esta cifra ronda los 7,700 millones, este crecimiento ha tenido una pendiente acelerada en el último siglo gracias a fenómenos como una mayor esperanza de vida y la migración internacional. Factores donde la innovación y el desarrollo tecnológico han sido un pilar fundamental. Hoy en día, la curva poblacional para países en regiones como África, Asia y Latinoamérica se ha hecho más prominente en lo que podemos catalogar como edad productiva, es decir, de 25 a 64 años. Situación mejor conocida como dividendo demográfico, del cual las naciones pueden obtener un importante provecho en busca de un crecimiento económico sostenido. La población mundial está envejeciendo y eso no es una novedad, dentro de los estudios realizados por la ONU, han concluido que la expectativa para 2050 es que una de cada seis personas sea mayor de 65 años, cuando hoy en día es una de cada 11. Esto inevitablemente ejercerá presión en las finanzas en rubros como sistemas de salud y pensionarios. Esto nos lleva al siguiente punto, las personas y los países se han concentrado en problemas sociales, económicos y políticos, pero nunca se le había impreso una vital importancia al acceso a servicios financieros, a pesar de ser un factor con el que vivimos cada día.

Actualmente el Banco Mundial estima que 2,500 millones de personas a nivel global no tiene acceso a servicios financieros formales, es decir, una de cada tres personas en el mundo no tiene acceso a servicios transaccionales, de ahorro, crédito, seguros, entre otros.

De acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) al primer semestre del 2020, 76 de cada 100 hogares mexicanos contaban con servicio móvil de acceso a internet, comparado con el servicio fijo de internet donde las estadísticas reflejan al cierre de 2019 una cobertura de 55 de cada 100 hogares. Basado en ello, podemos afirmar que, si deseamos reducir el déficit en acceso a servicios financieros en el país, tenemos un canal claro por el cual comenzar.

Para muestra, un botón (o dos)

1.- El avance en medio de pago digitales ha reducido el costo de estos servicios dotándolos de mayor seguridad en sus procesos, a inicios de esta década el Banco Centrar de Brasil y el Banco Mundial desarrollaron conjuntamente una estrategia que le permitiera a los habitantes de zonas rurales y bajos recursos realizar pagos electrónicos, para el 2013, Brasil ya realizaba más transacciones electrónicas que China e India combinadas.

2.- Bangladesh, un país con escaza exposición a servicios bancarios. País que vio nacer bKash, plataforma tecnológica de servicios financieros que transformó los teléfonos móviles en terminales con la capacidad de hacer envío y recepción de dinero, alcanzando una penetración de mercado récord a nivel global, logrando 11 millones de usuarios en 2013, de los 152 millones de población total con los que contaba Bangladesh en ese periodo.

Pero ¿Cuál es el papel de México en la Inclusión Financiera?

A partir del 2010, más de cinco decenas de países se han dado a la tarea de implementar programas de inclusión financiera acompañados de una estrategia nacional que apoye dicho fin, México no es la excepción, es uno de los 25 países que el Banco Mundial ha priorizado para alcanzar el acceso financiero universal.

Siendo el 2014, el gobierno encabezado por el entonces presidente Enrique Peña Nieto, realizó la aprobación dentro del paquete de las llamadas “Reformas Estructurales” de una reforma financiera integral, la cual buscaba apoyar al sector financiero como catalizador de desarrollo económico nacional, basado en un sector financiero sólido y estable, acompañado de un importante papel protagonizado por la banca de desarrollo como vehículo de acceso al crédito.

Para el año 2017, el propio Banco Mundial puso en marcha la Iniciativa Mundial de Inclusión Financiera centrada en tres países piloto, China, Egipto y por supuesto, México.

Actualmente los números son alentadores, México cuenta con más de 126 millones de personas, más de 125 millones de cuentas de captación, 59 millones de créditos y 65.8 millones de cuentas de afore, de acuerdo con los datos publicados en el Panorama Anual de Inclusión Financiera 2020 por el Gobierno de México.

Esto nos abre un nuevo reto como país, ¿Cómo utilizar la Inclusión Financiera como vehículo de erradicación de pobreza?

Países en desarrollo, aún basan sus políticas de crecimiento en apoyo social, si bien la OCDE ha indicado que el gasto social no es sinónimo de bienestar, podemos observar ventanas de oportunidad, donde el gobierno juega un papel fundamental mediante la entrega de apoyos sociales vía electrónica, haciendo posible que la población acceda de manera más eficiente a los recursos, reduciendo gastos administrativos y lagunas que pudieran desarrollar actos de corrupción. Finalizando en una cobertura más eficiente de los recursos públicos.

Si bien aún hace falta un largo camino por recorrer, los rieles se han colocado y dependerá de las administraciones en turno y futuras que este tren continúe su marcha.

Trader de Cambios para la Banca Nacional de Desarrollo
LinkedIn: juancarloscruzt

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