El presidente Biden ha diseñado su estrategia de seguridad económica y prosperidad en torno a la agenda de Reconstruir mejor Estados Unidos 2030 (Build Back Better) a través de los planes de rescate económico e infraestructura donde resaltan las cadenas productivas de sectores estratégicos, además de la Buy American Executive Order. Con su plan de cadenas de suministro, el presidente Biden abre un frente directamente con China en torno a los minerales que son una parte esencial de los productos de defensa, alta tecnología y otros.

En este contexto, México al retomar el Diálogo Económico de Alto Nivel (DEAN) se incorpora a la seguridad comercial de las cadenas de suministro de Biden, a cambio de inversión en el sur. Con el DEAN, Estados Unidos impulsa la cadena de suministros y de semiconductores para fortalecer el programa de infraestructura de Biden, por lo cual se genera un nuevo mecanismo de cooperación en de logística y distribución entre México y la Unión Americana en torno a 26 proyectos de construcción y modernización en puertos de entrada terrestre entre ambos países con ello mejorará y se resguarda no sólo el control comercial, sino también migratorio y de seguridad y de ciberseguridad, principalmente para detener inversión china en la frontera norte de México con la Unión Americana.

En este sentido, México una vez más está en la órbita de seguridad nacional de Washington. Después del presidente Biden y de la vicepresidenta Harris, los principales funcionarios de la seguridad nacional de Estados Unidos que en diversos momentos se han entrevistado con el presidente López Obrador, y con quien han expuesto la nueva estrategia de seguridad de la Unión Americano, son: el secretario de Estado, Antony Blinken; la secretaria de Tesoro, Janet Yellen; el Fiscal General, Merrick B. Garland; el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas; la secretaria de Comercio, Gina Raimondo; la secretaria de Energía, Jennifer M. Granholm; el secretario de Transporte, Pete Buttigieg; la asesora de seguridad nacional de la Casa Blanca, Liz Sherwood-Randall; el jefe del Consejo de Seguridad, Nacional Jake Sullivan; la asesora presidencial y directora para Asuntos Transfronterizos del Consejo de Seguridad Nacional, Katie Tobin; la asesora de este organismo, Danielle Schulkin; Amos J. Hochstein, coordinador de Infraestructura Global y Seguridad Energética; el subsecretario para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols; el director senior del Consejo de Seguridad Nacional para el Hemisferio Occidental, Juan González, principalmente.

No obstante, ante el contexto político electoral de Estados Unidos, la Casa Blanca y el Capitolio nuevamente arremeten contra México para contener a China, mediante medidas proteccionistas para ello utilizan todo el marco jurídico de la seguridad comercial del establishment de la Unión Americana, ya que tanto la Oficina Comercial de la Oficina Oval (USTR) como el partido republicano y el partido demócrata han presentado iniciativas para imponer aranceles a México. La presión contra nuestro país aumentará después del 5 de noviembre ya sea con el triunfo de Biden o con el regreso de Trump.

El 16 de febrero recién pasado, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, advirtió a México que su país podría volver a imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio mexicanos si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador no toma medidas urgentes para frenar el continuo aumento de esas exportaciones hacia Estados Unidos, bajo las cuales China exporta a nuestro vecino del norte.

Es importante recordar que la Proclamación 9705, del viernes 17 de mayo de 2019, México logró echar abajo la controvertida Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial de 1962 (Public Hearing on Section 232 National Security Investigation of Imports on Steel, U.S. Department of Commerce, Bureau of Industry and Security). La investigación de la Sección 232 determina si las importaciones a EU amenazan la seguridad del país. La Sección 232 representa el nacionalismo económico que ha prevalecido a lo largo del devenir histórico de Estados Unidos. Con el acuerdo alcanzado el 5 de noviembre de 2020 por la Secretaría de Economía con la Representación Comercial de Estados Unidos (USTR), México está excluido de la Sección 232 de la Trade Expansion Act de 1962 de la Unión Americana.

El 20 de febrero de 2024, la Alianza para la Fabricación Estadounidense advirtió que China es una “amenaza existencial” para la industria automovilística estadounidense si utiliza la ruta de México para vender vehículos. La Alliance for American Manufacturing solicitó que se impongan aranceles a los automóviles importados de China, incluyendo eléctricos y de gasolina, a través de la Sección 301. A su vez, el senador republicano Josh Hawley presentó una iniciativa para imponer aranceles de 125% a los vehículos fabricados en China que intenten ingresar a su país a través de México.

La Representante Comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, el reciente 7 de marzo anunció su intención de tratar el tema de la sobreproducción de vehículos eléctricos por parte de China durante el proceso de revisión del T-MEC en 2026, sugiriendo que espera que México rechace la inversión china en su sector de fabricación automotriz. Ese día, Katherine Tai, señaló que la llegada de empresas chinas a México desplaza a las marcas clásicas estadounidenses. La representante comercial de Estados Unidos también mencionó que la renegociación del T-MEC en 2026 será “incómoda”, independientemente de quien gane las elecciones en México y en Estados Unidos. Tai se refirió a tres temas clave en la renegociación del T-MEC en 2026: la revisión de los mecanismos de resolución de controversias, el impacto de China y la crisis climática.

El pasado 16 de marzo, durante un acto de campaña realizado en Ohio, el candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos en 2024, Donald Trump, lanzó una amenaza a los fabricantes de automóviles chinos, advirtiendo de un arancel aún mayor si establecen fábricas en México para evadir los aranceles existentes: “Si importamos autos chinos hechos en México, pagarán 100% extra de aranceles en Estados Unidos”.

Al respecto, Biden ya se adelantó y aprovechando la revisión obligatoria de cuatro años por parte de la USTR de los aranceles impuestos a los productos chinos en virtud de la Sección 301 de la Ley de Comercio de 1974, el 14 de mayo de 2024 Estados Unidos aumenta aranceles a chips en 50% y autos eléctricos chinos en 100%. La tasa arancelaria sobre ciertos productos de acero y aluminio bajo la Sección 301 aumentará de 0% al 7.5% a 25% en 2024. El tipo arancelario aplicado a los semiconductores aumentará de 25% a 50% para 2025. La tasa arancelaria sobre los vehículos eléctricos bajo la Sección 301 aumentará del 25% a 100% en 2024. El tipo arancelario sobre el grafito natural y los imanes permanentes aumentará de cero a 25% en 2026. El tipo arancelario para algunos otros minerales críticos aumentará de cero a 25% en 2024. La tasa arancelaria sobre las células solares (montadas o no en módulos) aumentará de 25% a 50% en 2024.

Por su parte, nuestro país, para quitarse la presión del establishment estadounidense, con base en el artículo 28 de la Ley de Comercio Exterior, del 1 de enero al 15 de mayo de 2024 el gobierno mexicano había impuesto a China quince sanciones en materia de prácticas desleales de comercio internacional, nueve en materia de cuotas compensatorias y cinco sobre antidumping.

A través de su política económica, a partir del 20 de enero de 2025 el nuevo ocupante de la Oficina Oval impulsará una política comercial acorde a la estrategia de seguridad nacional. Para ello el presidente número 47 de Estados Unidos utilizará el marco jurídico para impulsar una política comercial proteccionista causando fuertes estragos a la economía mexicana, ya que las exportaciones que coloca nuestro país a la Unión Americana representan el 37.7% del PIB de México.

A partir del próximo 20 de enero de 2025, la Casa Blanca y el Capitolio buscarán:

A. Fortalecer la Seguridad Nacional: A través de su política económica, el nuevo presidente intentará, en primer lugar, tener una serie de políticas comerciales que vayan de acuerdo y den soporte a la estrategia de seguridad nacional.

B. La prioridad será asegurar firmemente el cumplimiento de sus leyes comerciales para proteger y beneficiar al trabajador y empresario estadounidense.

C. El nuevo presidente reequilibrará la economía global y el multilateralismo comercial, por supuesto, a favor de Washington.

Sin duda, ante el vendaval del establishment estadounidense, México debe prepararse y diseñar una política de Estado hacia la Casa Blanca y el Capitolio. Tiempo suficiente hay para la revisión del T-MEC que será el 1 de julio de 2026 y su término programado para el 30 de junio de 2036 (artículo 34.7.2 del T-MEC).


Profesor del Centro de Relaciones Internacionales (UNAM) y coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios


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