¿Cómo juzgará la Historia de México, el paso de Andrés Manuel López Obrador por la Presidencia de la República? Es muy pronto para pensarlo, ni siquiera se puede imaginar, dado que aún no se cumplen los tres primeros años del tiempo para el que fue electo. Y aun le faltan muchas acciones y decisiones que tomar, antes de cerrar ese ciclo.

Pero la ciudadanía sí puede adelantarse a escribir, cómo quiere que se juzgue, con los años, a esta etapa, que será determinante en la vida futura. Si desea que, al concluir estos 6 años, veamos un país en crecimiento y desarrollo, con una economía generando empleos, con la participación de todos, o resuelve quedarse a contemplar, cómo un grupo y su líder, actuando en nombre del pueblo, se adueña de todo y hasta de las conciencias. Debemos pensar si queremos ver en el horizonte, a un país dividido y confrontado o lo queremos fuerte y pujante, en el que la sociedad se impone sobre un proyecto populista.

La próxima historia de México, la empezaremos a escribir el 6 de junio. Por ello es sumamente importante ayudarle al Presidente López Obrador, a escribir la mejor parte en el presente, pensando en un gran futuro.

Le debemos ayudar, para que, en los siguientes tres años, se tomen las mejores resoluciones desde el Estado Mexicano, para que el Poder Ejecutivo, se vea soportado, apoyado y equilibrado desde el Poder Legislativo, como es el espíritu de una República Democrática y Representativa, tal como lo establece la Constitución.

Y La única forma de ayudar al Presidente es dándole una Cámara de Diputados federal, que respete y haga respetar a la Constitución, que mantenga vigentes a las instituciones autónomas y que oriente sus iniciativas para fortalecer a la administración pública. Que vigile que cada instancia de gobierno simplemente cumpla con la ley. Todo esto sin presiones o consignas, trabajando con el alto valor del diálogo y el consenso.

Necesitamos una Cámara de Diputados que nos represente a todos, plural pero congruente, con integrantes de diversos orígenes, pero unidos en la firme idea de trabajar para todos los sectores sociales y no solo para un grupo.

Los hoy candidatos, que mejor pueden representar no solo al “pueblo”, como llaman desde Palacio Nacional a los seguidores del régimen, sino a todos los grupos que conforman el gran electorado, NO están en Morena, porque ellos representan solo una voz, la del líder al que sus seguidores etiquetan como de izquierda, pero en realidad gobierna bajo una línea populista y autoritaria.

En donde se lograron acuerdos, instrumento básico para hacer política, a pesar de las diferencias de programas y de rivalidades históricas, es en la coalición VA POR MÉXCO. Los órganos internos de decisión de cada partido político, que conforman esta alianza, pensaron más en el interés colectivo y en el futuro de la Patria, antes que conservar espacios de gobierno o alcanzar mayor subsidio.

Esta afirmación no es temeraria ni producto de la orientación política personal. Basta darle una mirada a cada uno de los 300 distritos electorales, analizar a las y los candidatos que compiten en cada uno, para ver que, cara a cara, persona por persona, los mejores perfiles y las mejores conductas, están en la coalición VA POR MÉXICO.

Vamos entonces a ayudar el presidente López Obrador, para que pueda escribir las mejores páginas en el presente, para que la historia lo recuerde de forma preclara y sublime. Vamos a hacer equipo con él, démosle el apoyo que necesita. Integremos la mejor legislatura de la historia.

Y para lograrlo, se requiere una votación en cuatro tiempos. Uno, votar. Entre más votos, menor riesgo de que acusen de fraude. Dos, todos a promover el voto por la misma razón. Tres, ayudar a cuidar las casillas, para no permitir que se anule la votación, cuando el líder ordene quejarse de fraude, pero tampoco dejar que ellos lo cometan y cuatro, votar por cualquiera de los partidos de la coalición VA POR MÉXICO. ¿O cómo quieres escribir la parte de la historia que te toca?

Exgobernador de Hidalgo.

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