Casi una tercera parte de los mexicanos con 65 o más años de edad no tienen ningún tipo de pensión y el gasto social de este programa social es del 3.7% del PIB y ascenderá 24.32% cada año en el próximo quinquenio. Si se considera que tales ingresos equivalen a los ingresos petroleros que son del 3.8% del PIB. Mantener a flote a los adultos mayores no es promisorio. No todavía.

En menos de 20 años la población de personas con 65 años y más se duplicó y pasó de 6.2% en el 2002 al 12.3% en 2018.

En 2050 el 16% de la población mundial tendrá 65 años o más. Las razones de este “envejecimiento” poblacional son el incremento de la esperanza de vida y la reducción de la fertilidad.

A nivel mundial el porcentaje de la población de más de 61 años era de 9.1% en 2019 y ascenderá al 15.9% en el 2050. En las economías subdesarrolladas pasará de 3.6% a 6.4% en el mismo lapso.

Un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2018 señaló que el 57.7% de las personas entre 65 y 69 años de edad, no perciben una pensión del sector contributivo, mientras la tasa es del 51.8% para los mayores de 70 años en promedio en México, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Perú y Guatemala.

En esos países el 31.7% de las personas de más de 60 años en esos países, no reciben pensiones contributivas según la misma fuente.

Ahora, en el caso concreto de México, según CONSAR, sólo el 31% de los adultos mayores tienen una pensión contributiva mientras el 49% posee una pensión no contributiva y el 26% no tiene ninguna pensión.

Actualmente, en nuestro país, el gasto social en pensiones experimenta un crecimiento real promedio de 7% que muestra el ajuste de la pirámide poblacional de mayor longevidad y menor fertilidad.

Así, el gasto supera el 14% del presupuesto total que corresponde al 20.87% del gasto programable o el 90.5% del Impuesto al Valor Agregado.

Vale mencionar, además, que del total de recursos asignados el 94.01% es para el pago de pensiones y jubilaciones y el 5.99%para las cuotas sociales del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). d

Así, de los 965,202.8 millones de pesos del Presupuesto de Egresos de la Federación 2020, el 50.80% del gasto neto total fue para pensiones y jubilaciones. Es decir, 95.8% de 1,007,546 millones de pesos de la recaudación del IVA o el 21.89% del gasto programable total del ejercicio fiscal.

El gasto en este rubro representa el 3.7% del Producto Interno Bruto (PIB) o casi los ingresos petroleros (3.8%) y supera el costo financiero de la deuda (2.8% del PIB).

Para el 2025, el gasto en pensiones y jubilaciones será del 4.5% del PIB. Es decir, más del 121.6%. Se vislumbra un panorama lleno de retos para no naufragar.

Rector del Colegio Jurista y Director de Gobierno de Calidad.

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