Dicen que el destino lo construye cada persona a través de sus obras, pero a veces y más en la máxima categoría, la buena o mala fortuna acecha en cada curva. Aquí les comparto varias anécdotas de la Fórmula 1 al respecto, ¡muchas de ellas escalofriantes!

1. La escapatoria de Ascari que sólo pudo ser una vez. Reza el dicho que cuando no te toca aunque te pongas y que cuando sí aunque te quites. Tal parece que eso le ocurrió a Alberto Ascari en 1955; en el Gran Premio de Mónaco después de pisar una mancha de aceite proveniente del Mercedes de Stirling Moss, su auto se impactó contra los muros y terminó en el mar. Ascari salió ileso, sólo para cuatro días después morir en el circuito de Monza mientras probaba su Ferrari.

2. La trilogía maldita de Francois Cevert. El francés que estaba llamado a ser campeón, corría para el equipo inglés Tyrrell en 1973 al lado del gran Jackie Stewart. La cita era en el circuito de Watkins Glen en Nueva York en la que sería la última carrera y número 100 de su coequipero, el tricampeón escocés. Al tomar las eses rápidas previas de la recta, el auto de Cevert rozó el riel para estamparse en uno de los bordes del circuito y partirse en dos, terminando con su vida. Momentos antes de meterse al auto, el galo le comentó a su entonces mecánico, el mexicano Jo Ramírez: “¿Notaste que estoy manejando el Tyrrell chasis número 06, mi auto porta el 6, traigo el motor 66, y que hoy es 6 de octubre? Es mi día”.

3. Las lágrimas de Michael Schumacher. Son realmente pocos los momentos en los que podemos ver a los pilotos conmovidos al grado de llorar. Uno de esos fue con el alemán, luego de ganar el GP de Italia del año 2000 y en donde igualaba el récord de 41 victorias de Ayrton Senna. En la conferencia de prensa posterior, cuando se le preguntaba qué significaban para él estos hechos, el germano rompió en llanto, mientras que su hermano, Ralf Schumacher trataba de consolarlo.

4. Una vuelta más por el mejor tiempo. La primera carrera de F1 del Gran Premio de México fue en 1962. Para los hermanos Pedro y Ricardo Rodríguez era la ocasión perfecta para brillar, sobre todo para este último que ya había sido contratado por Ferrari, y participaría con un Lotus. Ricardo hizo el mejor tiempo en los entrenamientos y según versiones ya estaba por irse cuando el sonido local anunció que el inglés John Surtees había mejorado su marca, por lo que el Chamaco de oro decidió volver para intentar bajar los 2 minutos. Al entrar en la peraltada, el Lotus de Rodríguez se partió catapultando su cuerpo hacia los rieles, ocasionándole la muerte.

5. Muerte por extintor. El GP de Sudáfrica de 1977 fue marcado por la muerte del galés Tom Pryce del equipo Shadow y el oficial de pista Frederick Jansen Van Vuuren, en el circuito de Kyalami en un terrible accidente en el que tras entrar al circuito para apagar un incendio, uno de los oficiales fue atropellado por Pryce, quien también sufriría un grave daño, luego de que un extintor le golpeara en el casco, muriendo al instante.

@jgarciacontacto

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