El secretario de Estado de la Santa Sede, el cardenal Pietro Parolin, estará en México del 17 al 21 de junio. Esta visita toma una relevancia importante si tomamos en cuenta que el cardenal Parolin es considerado “el número dos de la Santa Sede”, pues su rango equivale al de un Primer Ministro.

No se trata de una visita diplomática o de carácter oficial: el cardenal Parolin viene principalmente a celebrar la ordenación episcopal del sacerdote yucateco, monseñor Fermín Sosa Rodríguez, quien ha sido nombrado por el Papa Francisco como nuncio apostólico en Papúa Nueva Guinea, Oceanía.

Cabe destacar que el nombramiento es histórico para México. Un nuncio apostólico es un representante diplomático de la Santa Sede, un cargo muy importante cuya ordenación episcopal la realiza por lo general el Sumo Pontífice, el secretario de Estado o un alto funcionario del Vaticano. En la historia de la Santa Sede, sólo dos mexicanos han sido nombrados nuncios apostólicos, el primero fue el jalisciense Luis Robles Díaz, quien en la década de los 70 cumplió en Cuba con esta importante encomienda papal.

También es curioso que el cardenal Parolin es viejo amigo del mexicano Fermín Sosa, a quien conoció en la Pontificia Academia Eclesiástica. El ahora secretario de Estado había sido sido parte de la Delegación Apostólica en México, entre 1987 y 1992, por lo que disfrutaba hablar con el sacerdote yucateco sobre diferentes aspectos de nuestro país.

De hecho, al cardenal Parolin se le considera uno de los protagonistas del reconocimiento jurídico de la Iglesia católica por parte del gobierno mexicano, en 1992.

Estos hechos le dan una connotación especial a su visita, que ocurre en momentos álgidos en el país, con la elección más compleja de los últimos años aún fresca, y en medio de una fuerte crisis de violencia.

Entre las actividades que tendrá el cardenal secretario de Estado se encuentra un desayuno con el presidente Andrés Manuel López Obrador, el lunes 21 a las 9:00 horas, en Palacio Nacional, y una recepción con diversos personajes del ámbito político y religioso unas horas más tarde en la Nunciatura Apostólica.

Aunque la visita no sea de carácter diplomático, el mensaje o mensajes que dé el Secretario de Estado merecen un marcaje especial, y más al estar presente en tres momentos que reflejan distintas realidades: por un lado, la ordenación de un obispo mexicano como Nuncio al otro lado del planeta; también el encuentro con la clase política en un momento decisivo para el futuro de nuestro país; y finalmente, el próximo domingo al celebrar, junto al Cardenal Carlos Aguiar, Arzobispo Primado de México, la Misa de mediodía en la Basílica de Guadalupe, el corazón de la grey católica en el país.

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