En México la probabilidad de que un delito se denuncie y se esclarezca es de tan sólo 1%. Esto quiere decir que de cada 100 delitos solo uno logrará esclarecerse. Esta cifra tan alta de impunidad se debe por un lado a la enorme cifra negra que hay en el país y, por otro, a la baja efectividad en procuración de justicia. Sin embargo, no deja de escandalizarme y preocuparme que nos acostumbremos a este número, por lo que implica en términos de injusticia. Para entender un poco más este porcentaje de impunidad , haré un análisis de algunos indicadores que se tienen que tomar en cuenta para reducirlo.

Primero empecemos con el tema de la elevada cifra negra, o los delitos que no se denuncian e investigan en el país. Tenemos que analizar el porcentaje de delitos que tardan más de cuatro horas en ser denunciados a nivel nacional: 32%. Por otro lado, también se debe tomar en cuenta la confianza que reportan las personas en estas instituciones: sólo 11% a nivel nacional reporta confiar mucho en los ministerios públicos .

Por otro lado, está la efectividad en procuración de justicia y para entenderlo hay que voltear a ver el presupuesto que se destina. De 2016 a 2020, lo que se destina para estas instituciones no ha aumentado, y considerando los efectos de la inflación , incluso ha disminuido lo que se destina a las fiscalías, tan sólo $380 por persona. Otra cosa a considerar es que el número de agentes del ministerio público creció de 2016 a 2020 en 23%, pero analizando la carga de trabajo que tienen los MP del país, cada uno lleva en promedio 136 casos anualmente, lo que hace muy difícil que logren aumentar la efectividad.

Sin embargo, esto no logra dar respuesta al descenso tan importante en efectividad de procuración de justicia que vimos de 2019 a 2020: y es que de tener 19% de efectividad, concluimos 2020 con 15%. Aunque no se puede descartar el impacto que la pandemia tuvo en estas cifras, la realidad es que eso solo contribuyó a aumentar más los niveles de impunidad.

Todos estos datos corresponden a un estudio sobre la estructura, operación y resultados de las fiscalías y procuradurías del país que realizamos en Impunidad Cero. Es la cuarta ocasión que hacemos este estudio y lo hacemos porque sabemos que el cuello de botella del sistema de justicia está en las procuradurías y fiscalías. También lo hacemos porque nos parece importante tener un instrumento que nos permita medir la variedad de desempeños de las fiscalías conforme pasan los años. En todos los indicadores que medimos se ven fiscalías que salen mucho mejor que otras respecto a su presupuesto, confianza, tiempos de espera, efectividad, cumplimiento de órdenes de aprehensión e impunidad en homicidio doloso. Y esa variedad de desempeños nos habla de buenas prácticas en procuración de justicia que tienen que analizarse y difundirse.

Estamos de acuerdo en que tenemos una crisis de impunidad. Pero no todos identificamos dónde está el problema. Así como se hizo un gran avance por mejorar la calidad del poder judicial y ahora se pide reformar a las policías del país, falta seguir apostando por mejorar la procuración de justicia a nivel estatal. No hay de otra. Si no mejoramos el trabajo de las procuradurías y fiscalías, no podremos hacer nada por ese abatir ese 99% de impunidad.

Directora Ejecutiva de Impunidad Cero.
@itelloarista

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