Los padres del pequeño Tadeo, el bebé de tres meses de edad cuyo cadáver fue hallado en un contenedor de basura en el penal de San Miguel, en Puebla , vieron una entrevista en televisión que les hizo sospechar que su hijo había sido inhumado de manera clandestina.
En aquella entrevista, la activista Saskia Niño de Rivera planteaba ante las cámaras una serie de preguntas: ¿Cómo había ingresado aquel bebé al penal? ¿Cómo es que, estando prohibido el ingreso de menores, las autoridades del centro de readaptación no se percataron de lo que estaba ocurriendo? ¿Cómo llegó el pequeño cadáver hasta el contenedor? ¿Quién había logrado evadir los filtros y las cámaras de video?
Lo que a los padres de Tadeo se les clavó en pecho como un aguijón fueron los apellidos del niño, “Ayala Peralta”, escritos en la pulsera que este llevaba en la muñeca.
Tadeo Ayala Peralta era el nombre del bebé que unos días antes habían perdido en el hospital pediátrico de Coyuca . El niño había nacido el 4 de octubre de 2021. Fue internado el pasado 5 de enero por problemas gastrointestinales y fue sometido a varias intervenciones: eso explica la cicatriz que tenía en el vientre, y a partir de la cual se propaló la versión, cuando el cuerpo fue encontrado envuelto en una cobija azul y dentro de una bolsa de papel en la que aparentemente había rastros de cal, de que lo habían empleado para meter drogas al reclusorio de Puebla.
El 6 de enero, Tadeo fue enterrado en el panteón civil de Iztapalapa .
Según le relataron los padres a Saskia Niño de Rivera, una vez que acudieron al lugar hallaron la fosa removida… y vacía.
Relataron también que personal del panteón los había amenazado. “Les dijeron que era mejor que no dijeran nada”, explicó Saskia.
A través de la activista, los padres de Tadeo entraron en contacto con la fiscalía de Puebla. Fueron hospedados en un hotel y sometidos a estudios de sangre.
Llegó la terrible confirmación. El pequeño hallado en el contenedor era su hijo.
El pasado 10 de enero un interno, que hurgaba en la basura buscando latas y otros objetos aptos para ser reciclados, encontró el cuerpo que, según informes, había sido embalsamado.
Las autoridades tenían en su poder el listado de las personas que se registraron como visitantes en los días anteriores al hallazgo, así como el del ingreso de camiones recolectores que por esos días arribaron al centro.
Diversos videos analizados por la fiscalía mostraron que en San Miguel los internos transitan libremente hacia el área de contenedores, para depositar basura. En San Miguel hay una población de 3,693 personas privadas de la libertad.
El sábado pasado, la Policía de Investigación de la Ciudad de México realizó una inspección en el panteón de Iztapalapa en donde los restos fueron exhumados. Una línea de investigación sugirió que existe un mercado negro, un tráfico de osamentas empleadas en rituales de brujería y santería negra.
Esto permitió establecer una conexión con un interno del penal de Puebla, recluido por robo con violencia, el cual, según se sabe, practica en la cárcel “trabajos” y rituales de este tipo.
La fiscalía informó que ya fue ubicada la persona a la que le hicieron llegar el cuerpo, aunque se negó a entregar mayores detalles.
19 funcionarios y trabajadores del centro fueron detenidos por delitos que habrían hecho posible la aparición del cadáver de Tadeo en un contenedor de basura.
San Miguel se encontraba sin director desde hace varios meses. El anterior, Jorge Gómez Torres, fue cesado y aprehendido tras la fuga de un multihomicida apodado El Pirulí. En esa ocasión, otros 17 funcionarios fueron detenidos por las autoridades por su presunta participación en la fuga del multihomicida.
El escándalo que siguió a la detención del director, en junio de 2021, puso de manifiesto las condiciones de operación del penal: dos sujetos apodados El Osiris y El Español controlaban la extorsión, el cobro de piso a quienes mantienen negocios en el centro (tiendas, fondas, etcétera), el cobro por el uso de teléfonos celulares, así como el negocio de las visitas íntimas.
Ambos purgan sentencias por secuestro y asesinato.
Tadeo fue enterrado el pasado 23 de enero en otro cementerio, durante un sepelio privado. El ruido que Saskia Niño de Rivera hizo alrededor del caso ayudó a que emergiera el horror, la podredumbre, el pozo sin fondo en que se encuentra el sistema penitenciario mexicano.