El arbitraje mexicano está en la peor crisis de su historia. En esta jornada fue muy evidente que ya les importa poco a los silbantes marcar o dejar de marcar, porque tienen la esperanza de que alguien en el VAR les solucionen los problemas, pero estamos viendo que la gente del videoarbitraje cada vez tiene más inoperancia, porque hay jugadas en las que no deben llamar al juez principal, quien está de frente, observando. En el Tigres-León , tuvieron que aclararle la plana a César Arturo Ramos.

Va a llegar un momento, al menos en el futbol mexicano, donde el árbitro ya sea innecesario. Lo que lucharon por recibir de remuneración, pocos —si no es que ninguno— lo merecen, porque están en la cómoda, esperando a ver quién les soluciona la plana, pero el gran problema es que en la cabina del videoarbitraje la ineficacia cada vez crece más.

No sé qué hacen de lunes a jueves, cómo les dan las instrucciones o si realmente hace falta mucha capacidad, sentido común, criterio e inteligencia de ambas partes, porque esta semana el VAR volvió a generar más preguntas que soluciones y ya es un tema preocupante, porque la ineptitud de los árbitros es muy evidente.

Los principales perjudicados son los clubes, que pagan para tener un arbitraje digno, el cual no existe.

futbol@eluniversal.com.mx

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