Difícilmente, podemos decir que hemos mejorado en el tema arbitral. En el Tigres vs Pumas , el propio Míchel no entendió el trabajo de Isaac Rojas, quien es un silbante mediocre, de los que menos capacidad tiene entre quienes han llegado a la Primera División. Es un sacapartidos. A final de cuentas, el marcador lo salva.
Óscar Mejía es un árbitro que me encanta, pero tuvo errores en el América vs Necaxa . Expulsó con decisión a jugadores locales y le piden que haya sancionado un penalti para el América, aunque —en la cancha— difícilmente se ve, y los del VAR siguen comiendo tortas.
Alejandro Funk tuvo un difícil partido en el Morelia vs Cruz Azul , pero lo sacó adelante. Lo que pasó ahí con Édgar Ulises Rangel, quien fungió como cuarto árbitro y se equivocó con el último cambio de La Máquina, es exactamente la imagen real del arbitraje mexicano: es una pachanga.
Yo no sé cómo siguen poniendo a Eduardo Galván , quien muestra incapacidad en cada partido. Ahora, en el Tijuana vs Puebla, no fue la excepción. El VAR les arbitra el partido y lo siguen poniendo, pero hoy la Comisión de Árbitros tienen que poner a los menos malos, no a los que están capacitados.
En el Toluca vs Monterrey, César Ramos sólo fue a cumplir y a esperar que el VAR le solucionara todo.
