Cómo algunos de mis lectores saben, de repente me da por hacer cosas extrañas en Twitter. “Dinámicas tuiteras”, les llaman quienes saben de eso, aunque en mi caso son más bien ideas que se me ocurren, que no se deben confundir con ocurrencias. El caso es que cuando lo hago la respuesta suele ser muy favorable y la a veces perversa atmosfera tuitera se transforma para bien.

El fin de semana estaba yo ya un poco, o un mucho, harto de los dimes y diretes de las campañas. Muchos insultos y agravios, muy pocas (si es que alguna) propuestas, una muy preocupante tendencia a satanizar a quienes opinan distinto, en fin, lo peor de lo peor brotando a la superficie de la vida pública y de su más inmediata expresión: las redes sociales.

Así los ánimos, se me ocurrió preguntar en Twitter por nombres de mexicanos y mexicanas que nos parecieran fundamentales para el momento que vive el país y que dejaron de estar con nosotros durante los últimos 50 años. Comencé yo con Carlos Monsiváis, cuyo agudo ingenio y filosa pluma tanta falta nos hacen en estos tiempos de extremismos y certidumbres absolutas.

Las respuestas llegaron rápido, primero por goteo y poco después en catarata. Lo que tal vez imaginaba yo como un “top 10” fue cada vez más grande, pero lo satisfactorio no era solamente ver los nombres y recordar a los personajes, sino observar la enorme diversidad de quienes los enviaban. Y, también, el hecho de que en su abrumadora mayoría tanto las aportaciones como los comentarios eran propositivos y los cuestionamientos o dudas casi siempre respetuosos.

Muchos de los personajes que fueron mencionados son evidentes, algunos un poco menos conocidos o reconocidos, pero nos muestran una riquísima y variada paleta de tesoros nacionales: pensadores, artistas, políticos, científicos, humanistas, deportistas, lo mejor de México en una cascada tuitera.

Aquí una pequeña (bueno, ni tan pequeña, muestra, sin algún tipo de orden en especial:

Carlos Monsiváis, Jesús Reyes Heroles, Carlos Castillo Peraza, Valentín Campa, Luis H. Álvarez, Demetrio Vallejo, Manuel Clouthier, Heberto Castillo, Octavio Paz, Germán Dehesa, Rosario Castellanos, Javier Barros Sierra, Miguel Ángel Granados Chapa, Abel Quezada, Leonora Carrington, Carlos Fuentes, Juan Rulfo, Vicente Leñero, Luis Barragán.

Sigue el listado, con una refrescante llegada de muchos nombres de más mexicanas destacadas, comenzando por la MUY mexicana Chavela Vargas, Elena Garro, Pita Amor, Soraya Jiménez, Digna Ochoa, María Félix, Griselda Álvarez, y hombres, como Adolfo Aguilar, Julio Scherer, Teodoro González de León, Ernesto de la Peña, Carlos Madrazo, Manuel Felguerez, Manuel Velasco, José María Pérez Gay, Rene Drucker, Juan Gabriel, Óscar Chávez…

La lista sigue y sigue. Tal vez ustedes los conozcan a todos y tal vez no, en cuyo caso los invito a investigar quienes son, pero la otra cosa que me parece fundamental es que los puedo imaginar a todos sentados alrededor de una mesa conversando, discutiendo, discrepando sin insultarse, sin ofenderse, sin levantarse para rehuir el diálogo, e intercambio de ideas.

Por eso tal vez su grandeza, por eso tan indispensables, porque no se escudaban en sus prejuicios para rechazar la mano de ni siquiera su más acerrimo rival.

Cuanta falta nos hace eso hoy. Cómo se les extraña.

Analista.
@gabrielguerrac

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