El pasado 28 de febrero el periódico Excélsior publicó un muy interesante reportaje titulado “Voto online ahorraría 85% del gasto electoral; empresa ve ventajas” que, en gran medida se basa en una entrevista que dicho medio le hiciera a Carlos Chavarría, CEO de la empresa NA-AT Tecnologías.

Entre los datos más relevantes se destaca que con el uso del voto online en la elección federal de 2018, en donde se renovó la persona del poder ejecutivo federal, las diputaciones federales y las senadurías se habría ahorrado un 11% de lo que el INE presupuesto; en la consulta popular de 2021 el 6% y en el ejercicio de Revocación de Mandato que tendrá verificativo el próximo 10 de abril, un estimado de 25% de los recursos que el INE utilizará para llevar a buen puerto este procedimiento.

El directivo de NA-AT Tecnologías hace énfasis en la utilización de esta tecnología que es usado ya en el sector bancario y que no pone en riesgo la identidad de las personas o de un algún tipo de fraude a los usuarios. Vale la pena revisar este reportaje que puede encontrar en el siguiente enlace: https://www.excelsior.com.mx/nacional/voto-online-ahorraria-85-de-gasto-electoral-empresa-ve-ventajas/1501124

Esta referencia me sirve para adherirme al grupo de personas que creemos urgente transitar hacia la modernización de los procesos electorales y los mecanismos de participación ciudadana por varios motivos: la facilidad para sistematizar información, optimización de procesos, adelgazamiento de la estructura administrativa electoral, mayor identificación ciudadana y ahorro presupuestal en un mediano plazo. Me explico.

En México desde 2005 se han hecho avances importantes, sobre todo a nivel local en la búsqueda de utilizar la tecnología, primero con el uso de urnas electrónicas para recibir la votación de las y los electores. Más de 20 entidades han experimentado la utilización de estos dispositivos para ejercicios no vinculantes, pruebas piloto y, por supuesto, implementarlas en una pequeña proporción de forma vinculante.

Se han desarrollado de igual forma, mecanismos a través de scanners para la digitalización de las actas de escrutinio y cómputo, lectores ópticos para el control y flujo en la entrega de los paquetes electorales el día de la jornada electoral, la edificación de sistemas informáticos para la captura de información por parte de los actores políticos en temas como fiscalización, por ejemplo, entre varios más.

No obstante, en el proceso electoral concurrente, federal y local de 2021, bajo los criterios dispuestos por el Instituto Nacional Electoral (INE) en atención a sus atribuciones constitucionales y legales las y los ciudadanos mexicanos residentes en el extranjero pudieron votar desde el exterior, utilizando para ello, otro mecanismo además de la vía postal: el voto por internet.

Es así como alrededor del 66% de nuestros connacionales de nueve entidades federativas en donde se renovó al ejecutivo federal, así como una diputación de representación proporcional en Jalisco y una diputación migrante en la Ciudad de México, decidieron utilizar este mecanismo de votación por Internet.

Este esquema bien podría ser utilizado al interior de la República Mexicana y no solo como una alternativa de las y los mexicanos que residen fuera de nuestro país para votar por diversos cargos de elección popular, de acuerdo con la legislación federal y las locales que así lo han considerado.

Además, se podría analizar la conveniencia de que el voto por internet tuviera una temporalidad previa y durante la fecha establecida para la jornada electoral respectiva. Esto traería varios beneficios, por ejemplo, una posible mayor participación de la ciudadanía en elecciones y en ejercicios de participación ciudadana; un ahorro importante de recursos puesto que, quienes decidan utilizar este sistema previamente que, seguramente también será la mayoría de la población, se evitaría el altísimo costo de producción de papel para las boletas electorales y documentación auxiliar, entre otros.

El voto por internet junto con mecanismos como el de la urna electrónica podría traer la oportunidad de prescindir de los programas de resultados electorales preliminares o hasta de conteos rápidos ya que prácticamente se tendría el cómputo el mismo día de la elección lo que llevaría a que los cómputos se hicieran una vez que cerraran las casillas y no hasta el miércoles siguiente como establecen la mayoría de las legislaciones electorales.

Son muchos los beneficios que, el Legislativo, ahora que está analizando una posible Reforma Electoral, podría considerar como la aquí expuesta en beneficio de las y los mexicanos y, por supuesto, de las finanzas de la nación.

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