1 Exactamente como un caballo loco.

“Ni inventario / ni enseñanza escrita / Del acto sexual / todo sucede / en la pasión. / Incluso en el sueño / no podrás imaginar / las emociones / ni los fantasmas / que surgen / en un instante / de erotismo extremo / exactamente / como un caballo loco / desquitándose / cegado por su velocidad (…) / Dos amantes perturbados / por su pasión / en el combate del sexo (…)

Escritos hace más de mil quinientos años, estos versetos redactados en sánscrito, en alguna parte del nordeste de la India, en la ribera del Ganges. Pertenecientes a “un pequeño libro”, dividido en siete partes, venidos probablemente de los siglos II o IV de nuestra era, llamado Kamasutra.

Exactamente / como un caballo loco / desquitándose / cegado por su velocidad…

2. La tentación de la hoguera.

Descubierto para Occidente en el siglo XIX, paradójicamente en el corazón de la sociedad victoriana del vasto Imperio Británico, el Kama mereció la primera traducción inglesa en 1883. Y todo esto habría de resultar decisivo, sin duda, para la recepción y comprensión de una obra sobre la que aún hoy pesa la prohibición o la más absoluta ignorancia y vulgarización.

Al confrontar el tema de la obra de Sade, Simone de Beauvoir, la señorita francesa y burguesa que vino a la vida en un piso del boulevard de Montparnasse inundado de tías y plumas de pavorreal, tituló un ensayo sintomático: “Faut-il bruler Sade?” (¿Debería quemar a Sade’”).

En medio de una sociedad extremadamente pedófila y acosadora, pornócrata a morir, la obra en la que la India antigua y sabia de los brahamanes se confrontó con el placer sexual, con su conocimiento y significación, por no hablar de su entraña civilizatoria y ciudadana, forma parte hoy de la misma y nefasta tentación.

Exactamente / como un caballo loco / desquitándose / cegado por su velocidad…

3. La Iglesia del dolor, no del placer.

Herederos de las tradiciones judeocristianas, cegados por ellas, los occidentales tardíos que somos sin remedio, permanecemos muy ajenos al explosivo encuentro con la gramática del deseo, prácticamente no podemos con ella, nosotros, los indescifrados, los educados por una Iglesia occidental experta en el dolor, más que en el placer.

4. Caballo ciego.

Ni inventario / ni enseñanza escrita / del acto sexual / todo sucede / en la pasión / Incluso en el sueño / no podrás imaginar / las emociones / ni los fantasmas / que surgen / en un instante / de erotismo extremo / exactamente / como un caballo loco / desquitándose / cegado por su velocidad / dos amantes perturbados / por su pasión / en el combate del sexo.

5. Todas las heroínas posibles.

El Kamasutra, que se compra e incendia, se entiende y condena, a la voz de 12 maneras básicas de hacer el amor y 8 posiciones principales, según Vatsyyayana Mallanaga su presunto primer autor, es un dechado de poesía, de momentos divertidos inundados de humor e inteligencia, como la “Lista de heroínas posibles” que se incluye en el capítulo “De los amores y de la utilidad de los amigos y mensajeros”:

“Su propia mujer / La mujer de otro / Una mujer enojada / Una diosa / Una mujer elefante / Una intelectual / Una mujer muda / Una mujer majestuosa / Una ingenua / Una mujer tímida / Una joven muda y severa / Una muda y determinada / Una majestuosa y experta / Una mujer enérgica / Una mujer muy enérgica / Una mujer triste / Una mujer guerrera / Una mujer celosa / Una mujer sola / Una mujer próxima / Una mujer en duelo / Una mujer de muchos amantes / Una mujer reservada / Una vanidosa / Una fiera de amor / Una mujer encantadora / Una mujer sin encanto / Una mujer de acción / Una mujer pequeñita / Una amiga de su amiga.

6. La pareja en su locura.

Como un caballo loco / desquitándose / cegado por su velocidad / dos amantes perturbados / por su pasión / en el combate del sexo.

Poeta e historiador.

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