1.Mañana veré a Marcelo después de algunas semanas que me llevó ir a leer poesía a Francia y a garabatear en otros sitios argumentos de tipo histórico tratando de explicar lo que ocurre en México. Tuve que apoyarme para esclarecer lo que para nada entiendo a estas alturas en Las metamorfosis donde Ovidio describe al Caos como «una masa bastante cruda e indigesta, un bulto sin vida, informe y sin bordes, de semillas discordantes». Así, el país.

2. Mañana veré a mi amigo de siempre, tolerante generoso de mis demasías. Hablar con él es como sondear al mundo y a México a no poca velocidad y profundidad. La semana pasada que nos hablamos dificultosamente por teléfono Marcelo simplemente remató: “pues ya no sé cómo va a terminar todo esto”. El bulto sin vida.

3. El Caos, la masa bastante cruda e indigesta de la nación, además del olor indignante y nauseabundo de las mentiras y los golpes del poder palaciego.

4. “¿No oyes ladrar los perros?”, escribiría Juan Rulfo, y sí, los siento hasta dormido, cuando sueño que México se nos escapa agraviado y herido por el mandamás.

5. Mañana veré a Marcelo. Él se ha enfrentado por el poder tres veces a López Obrador, incluida la no tan sorda malquerencia de #EsClaudia. En el 2000, ¡hace 23 años!, Marcelo declinó a su candidatura para Jefe de Gobierno por el PCD para agregarle al Peje el 4 % de la votación evitándole perder ante S. Creel que le pisaba los talones.

6. En 2011, ¡hace sólo 12 años!, otra vez la misma historia. Cuando se dieron a conocer los resultados de la encuesta del PRD para designar candidato, Jesús Zambrano, presidente del partido, que tanto impulsaría la opción de Marcelo Ebrard frente a la de López Obrador que venía de la irremontable y traumática derrota de 2006, relató a Milenio “que al conocer los resultados de las cinco preguntas que se hicieron en cada una de las encuestas, Ebrard despertaba mayores simpatías y tenía más probabilidades de crecimiento, por lo que una de las lecturas que podían hacerse era la de un empate técnico entre ambos”. De acuerdo con Zambrano, Marcelo le habría dicho a López Obrador, “Andrés: mira, en realidad, cualitativamente, las encuestas nos dan un empate en el mejor de los casos, aunque yo tengo mejores condiciones para hacer una campaña hacia afuera. ¿Por qué no nos damos dos meses y medio más de precampañas y en enero o febrero hacemos una nueva encuesta?, a lo que Andrés Manuel, más acerado, incontenible y violento que una daga alemana replicó: “Marcelo yo te gané y yo voy a ser el candidato, si no es con el PRD yo voy a ser el candidato”.

7. Marcelo, bastante cabreado y sorprendido, declinaría horas después argumentando que no sería él quien rompiera con la “unidad de la izquierda” (sic).

8. Mañana seguramente habré de demandarle: Y ahora que # Es Claudia (con todo lo que esto significa), ¿qué le vas a decir a la gente que está reclamando tu lealtad para que la salves de la mano de hierro que la asfixia?

9. El país vive y sufre bastante dividido, y sólo los atrevimientos mayores como el que mucha gente espera de Marcelo podrán volver a unirnos en la concordia y la diferencia.

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