“Monstruo de papel, no sé contra quién voy... ¿O es que acaso hay alguien más ahí?”. Así sonaba el himno de para entender a los gigantes. Y esa es la batalla absurda en un país, en una Liga MX que no tiene equipos grandes y dominantes en serio.

Y ojo, no es justificar la pobreza de las Chivas , las miserias de los Pumas y apenas el despertar de La Máquina . Mucho menos es tirarle al America por tirarle. Tampoco es caer en el juego de los regios, buscando poner a Tigres y Rayados a la par de los “cuatro grandes”, la queja del Toluca por sus títulos, el primer Campeonísimo y que juega casi siempre bonito, el León, o los trabajos de Pachuca y Santos .

Seamos claros: Las Liguillas, y más ahora que son con 12 de 18 equipos, han generado un abaratamiento del producto y de la competencia inusual.

A eso, le sumamos los tantos años sin un equipo verdaderamente dominante, más que por décadas (50-60 Chivas , 70 Azul, 80 América , 90 dizque Necaxa, 2000 Toluca, 2010 Tigres, aunque —desde los torneos cortos— más bien es por lustros algún equipo “dinastía”), lo que nos da como resultado un futbol en el que todos compiten.

Algo más similar al efecto NFL , donde hay seis franquicias que pelean en números de títulos, Super Bowls jugados, finales de conferencia, historia, aficionados y dominios por fechas.

Es decir, aunque muchos nos quieran vender que los de Coapa son el único grande, apenas llevan cinco años con un título más que el Rebaño Sagrado. Apenas llevan cinco años, de sus más de 100 de historia, presumiendo ser los más ganadores. Sólo le sacan un título a las Chivas , y muy de cerca está el Toluca.

Cuando la gente se burla de que los rojiblancos ganan un campeonato cada 10 años, evidentemente el promedio histórico es casi el mismo para el América, y de ahí menos para todos los que le siguen.

Con todo y el tremendo poderío de dos conjuntos en los últimos 10 años, en México tenemos en 13 años, 26 torneos con 12 campeones diferentes; sí, 12: Cruz Azul, León, Monterrey, Tigres, América, Chivas, Santos, Pachuca, Tijuana, Pumas, Toluca y Atlante).

Si nos dedicamos al presente, al torneo que corre, tenemos a un América que no juega espectacular, que ha vencido a los últimos lugares de la tabla; al campeón casi en la lona, a la mejor plantilla sin jugar bien y sin saber ganar, con muy pocos juegos espectaculares. Todo esto nos da como resultado una Liga en la que el que se diga el único grande es ridículo.

Por eso, la construcción de los cuatro equipos que más afición, historia y triunfos tienen en la Liga MX. Ya lo dijo Nacha Pop : “Deja de engañar, no quieras ocultar, que has pasado sin tropezar”. ¡Bienvenidos, bienvenidos! A la lucha de gigantes de nuestro futbol mexicano.

@EnriqueVonBeas

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